Cap. II
2.1 ¿Partido o caudillos?, da lo mismo.
Lo expuesto tiene una clara intención didáctica, poner en la palestra los males que puedan emerger entre credulidad y liderazgo, donde este último para perpetuarse intentará entre otras cosas instalar el pensamiento único.
Para ello, la cabeza del ejecutivo municipal al disponer de recursos cuantitativos y cualitativos superiores respecto a la población entera, los utilizará para provocar una línea de pensamiento desde el eje de la no reciprocidad, ello posiciona al ejecutivo desde una instancia de superioridad respecto a cualquier institución u organización comunal o vecino en general, vale decir, la desigual que implica el estar en una posición ventajosa por disponer de tales recursos se traducirá en acciones verticalistas y sesgo autoritario, instalando a alguien que manda y el resto que obedece.
Así, desde esa condición no recíproca que implica toda mirada desde la cima de la pirámide hacia su base, se busque instalar tal pensamiento que uniforme, que hegemonice las miradas particulares y para ello, intervenir en las conciencias de la gente, anulando a toda forma de pensamiento que vaya en contra del jefe comunal. Para ello atentar contra la diversidad del pensar y esa diversidad, es lo que caracteriza e implica todo pensar, diversidad de mirada, de interpretación, de análisis y condición crítica.
El pensamiento único reduce el espacio en las áreas necesitadas de la diversidad y de la diferencia conceptual para desarrollarse, como son el ideológico, el político y el cultural, por la cual estas áreas, para posicionarse como tal, necesitan del juego dialéctico al que está sometida la propia realidad y formar parte de esa vida social e institucional.
Por el cual limitar lo diverso a lo homogéneo, a lo único, es negar la naturaleza propia de lo diverso y extirparla como realidad, si usted lo considera un poco, no es gratuito el bombardeo mediático publicitario de la autogestión, aquí encontramos una estrategia al servicio del pensamiento único y anulación del pensar.
Así, instalar la línea del pensar sólo desde una forma será justificada por un espíritu de cuerpo sujeto a la metodología de la obediencia, y características típicas de toda mentalidad castrense, aunque, tal espíritu de cuerpo a veces exceda lo propiamente castrense e incurra en acciones de encubrimiento ante situaciones no tan trasparentes, tal como lo sugiere la siguiente cita “Se debatía la convalidación del contrato del abogado y ex concejal Fernando Acebal, y la edil en cuestión (Llompardt) intentó trasmitir que estaba todo claro allí, pero incurrió en una confesión: en principio quiero decir que si hubiera algo que ocultar o hubiera falta de transparencia, quédese tranquilo señor Presidente que no vamos a exponer a un compañero, porque Fernando Acebal es un compañero justicialista", señaló, y dejó a todos sin palabras”.1
Instalar tal pensamiento, lleva a arrasar al mundo de los conceptos, las diferencias de la ideas, imposibilita toda discusión seria, anula el discenso, en definitiva, no permite la expresión de una realidad que ha sido categorizada de opositora y así, postular lo maniqueo dividiendo a la sociedad en ellos o nosotros, pero jamás el ellos y el nosotros y algo que volveremos a considerar al final del presente capítulo.
Ahora, hipotetizando que existiera ese nosotros y ellos en conjunto, tal posibilidad mostraría ciertos matices donde lo inmediato y lo mediato o, lo importante y lo urgente, impliquen miradas más integradoras y más propias de todo estadista, que excede a su propio tiempo y mantenerse firme, guiando los pasos de esa comunidad, y esto pone en tela de juicio a personajes enquistados en el imaginario social de pueblos como el de Villa Gesell y que han sido tildados de positivos, cuando su proceder ha sido todo lo contrario. Nos estamos refiriendo al caudillo, al líder, al jefe, que hizo de su condición carismática fundamento de todo su operar presente y futuro, mutando el sentido de la representación al postular a su persona, eje al cual sus partidarios deberán pivotar y seguir.
Estamos frente a la típica asociación persona-partido político de todo pueblo costero y reflejo de aquellos viejos caudillos provinciales del s. XIX, pero que en los pueblos, su alcance y propuestas serán sólo formales porque sujeto a las decisiones del caudillo local se hallan, pues éste será quien delimite las líneas del accionar partidario en especial en las instancias electorales y razón de ser de todo partido.
Pero ¿cómo es definido un caudillo?, según la disquisición de Francois Chevalier: “El caudillismo es un fenómeno histórico que surge en la coyuntura política latinoamericana originada con la independencia de los países” y más adelante agregar "El Caudillismo es propio de una sociedad con sistema democrático inmaduro, grandes diferencias sociales, y existencia de oligarquías locales o regionales. Es propio de una sociedad, donde personas poderosas prepotentes no aceptan el juego político democrático”.2
Así, el caudillo y el partido implican una alianza netamente exitista, pues tal relación se afianza cuando se acerca el calendario electoral donde las unidades básicas o los comités dan signos de una movilidad que antes no tenían.
Más allá de las formas institucionales de cada partido con sus cartas orgánicas a cuestas lo cierto es que todo partido local se halla bajo un cabecilla local posicionado ante otros pretendientes por tomar las riendas del partido también, ¿y cual será la significación de todo ello?, la de imprimir su sello de acción personal, vale decir, operar desde el estilo de su personalismo.
Un sello personal consistente en saber captar la atención de sus dirigidos como la capacidad de movilizarlos en torno suyo al local partidario, como también aprovechar la situación de aquellos desempleados e inscribirlos como militantes desde la promesa de ayudarles a encontrar trabajo o acomodarlos en programas asistenciales y después, utilizarlos en la campaña electoral e aquí, entonces, la faceta competente de todo caudillo.
Apoyado en su saber decir y su poder de convocatoria y ese saber hacer señalado, habrá de decidir siempre a puertas cerrados las estrategias a seguir y acomodarse a los tiempos electorales para emerger a la retina del vecino no partidario.
El caudillo utiliza la receta del pan y circo, siempre listo para la foto de portada y por regla de oro evitar las discusiones teóricas, apelando siempre a la condición sensiblera, sabe poner ojos llorosos cuando una catástrofe ocurre, y si por negligencia de su propia gestión le llueven críticas, él no aflojará y no se hará cargo de nada, pues tiene cautivo a determinado electorado, donde éstos no usan Internet, ni navegan por la Web, donde tampoco les importan los debates, porque la mayoría no son lectores, aunque, ven mucha televisión, comentan lo visto como real y repiten lo impuesto por los medios del pueblo.
A la hora de la campaña, el caudillo, es un individuo tradicionalista sabiendo mantener a esa familia de leales amigos y amigos de sus amigos, obedientes y callados porque de ese grupo entre otros, depende su poder para posicionarse en el medio local y cuan señor feudal, tales amigos ser también parte de su brazo represor, haciendo desaparecer cualquier asomo de disidencia partidaria o crítica de los medios, imponiendo el orden de la fuerza bruta.
En este caudillismo hallamos un problema germinal, tras elección de por medio al ser elegido autoridad habrá de ampliar a la esfera de su administración, sus prácticas cotidianas de su personalismo, satelizando al ejecutivo a su punto de vista particular y cuya metodología será previsible, el de extender sus pareceres privados a la dimensión de lo público.
Entramos en el plano más álgido y difícil de reconocer por todo gobernante, la diferencia entre su creer y efectivamente lo que el contexto necesita, el no confundir su franja electoral con la comunidad en su totalidad, pues se trata de gobernar para todos y superar la tensión entre lo subjetivo y lo objetivo, he aquí en síntesis el problema en su total dimensión, subjetividad versus objetividad.
El pueblo si bien chico, es un colectivo multidimensional necesitado de ser entendido y no controlado, distinto del digitar a un sindicato, sociedad de fomento o partido, pues debe enfrentar a la misma realidad que suele ser esquiva a control alguno, siendo la mayor inquietud de ese caudillo la del control, y si el pueblo acepta tal cuestión, será porque se trata de una sociedad sumisa y desinteresada de aquello que no le traiga beneficio inmediato de la temporada y su correspondiente renta, tal desinterés atenta entre otras cosas con la emergencia del dirigente.
Porque caudillo y dirigente representan distintas formas de conducción, si bien ambos conducen uno lo hace desde la imposición mientras el otro lo hace desde los consensos, uno apela al amiguismo comprando voluntades mientras el otro discute, señala y acepta la diferencia como algo natural, uno ensalza la imagen del sí mismo mientras que para el otro, lo importante, son las formas institucionales a respetar, el otro declama valores sin cumplirlos mientras el dirigente, primero, cumple esos valores y señala con el ejemplo el modelo a seguir y lo más importante, sin ponerse él como modelo.
Entonces ¿cómo llega un dirigente a ser tal?, donde “La escasa preparación de un dirigente es una seria limitante para una buena gestión. El no conocer sus funciones, el no tener liderazgo para evitar peleas y desacuerdos, la poca capacidad de gestión, la débil autoridad para cumplir y hacer cumplir las normas y acuerdos, la baja capacidad de convocatoria, etc. son característicos de un mal dirigente.
Cuando una persona ingresa a una organización, sabe que a través de ella podrá conseguir un objetivo o beneficio que por sí sola no podría lograr.
Por ello está dispuesta a cumplir con las normas establecidas a participar activamente en su organización, a contribuir disciplinadamente con sus aportes, a apoyar a sus dirigentes, a fortalecer la solidaridad y el trabajo colectivo, y a sancionar la corrupción y la irresponsabilidad”.3
El caudillo hace un culto a su personalidad y condena a la generalidad a él, estamos frente al pecado de todo insoportable infatuado: creerse la realidad.
2.2La autoconciencia y el gobernar
En la República4, Platón, considera a la política como un saber, como una ciencia, claro, una ciencia emparentado con la filosofía, pero más allá de eso, la relación entre capacidad de gobierno y saber son indisolubles, porque gobernar no es tarea para improvisados. Ya desde la antigüedad se enfatizaban dos cosas en esto de llevar adelante la cosa pública, lo intrincado del gobernar y la necesidad de un saber para llevarlo a cabo, pues toda cosa pública al hallarse sujeto a lo contingente, el político, debe responder a esa contingencia desde ese saber, y preciado contenido de toda posible gobernabilidad.
Propiciar un conjunto de condiciones favorables para la acción de gobierno, escuchando y entendiendo las diferentes demandas de eso público y procesarlas positivamente, implica si o si un saber hacer donde lo político, involucra una tarea de inclusión.
Por ejemplo, podemos actuar correctamente, pero ¡sin saber que era lo correcto!, entonces, se actuó de forma intuitiva y mero acierto desde ese actuar, y el meollo es justo ese, ¡el no saber cómo se lo hizo!, por el cual no tener un método que permita enseñar tal hacer correcto. Por el contrario, saber acerca del saber, es característico de un saber autoconciente y pasible de construir un método que permita tal hacer y trasmitirlo como enseñanza también.
La diferencia cabal se haya en no operar intuitivamente y estar en posesión de una metodología y diferencias sustanciales para todo gobierno que debe actuar, ante la máxima de todo ejecutivo cuya premisa es el ejecutar.
Ejecutar y actuar, parten de algo preestablecido denominado agenda o plan de trabajo para poder llevar a cabo una gestión de gobierno.
Así, todo municipio al proyectar una agenda deberá tener presente dos cosas, saber y conocer al lugar que pretende gobernar, al respecto, es ilustrativa la perspectiva de Gerardo Zamora Fernández de Lara sobre la agenda como instrumento de gobernabilidad cuando sostiene “Por supuesto que es obligación de las autoridades plantear y proponer, desde su perspectiva gubernamental, cuáles son los temas prioritarios de carácter general y común que deben conformar la agenda de la gestión gubernamental; con quiénes y cómo se puede concretar. Esta agenda debe concretarse en objetivos, metas y políticas de su gestión, pero debe mantenerse abierta y con la flexibilidad necesaria para ajustarse e incorporar temas o asuntos no previstos y que puedan surgir de la ciudadanía”.5
Por el cual, la intervención municipal traducida en gobierno, implicará un posicionamiento del municipio como fuente de realidad, ya sea como oposición o complemento con la realidad y aquí debemos convenir algo, toda agenda jamás es causa de nada sino efecto de un previo saber interpretando, dilucidando, buscando solucionar los intrincados vericuetos de la realidad del lugar, y algo que todo gobierno necesita desentrañar, y posicionarse positivamente en ella, aunque, desde una condición negativa es decir, siendo un gobierno desastroso, también se posiciona como realidad, pero en contra de la otra realidad.
Si la agenda representa la prioridad municipal para operar en la sociedad, deberá hacerlo a través de sus servicios tales como planeamiento, política ambiental, salud pública, planes de desarrollo etc., dejando de lado a los puntos de vista, porque todo punto de vista en el fondo disimula un no saber fundado en el yo creo, yo pienso o a mi me parece, sin desterrar la ignorancia que encierra todo opinar.
Es de suponer a funcionarios, autoridades, conjunto de colaboradores y sus pertinentes equipos de profesionales actuando en base de sus competencias teóricas y técnicas porque sin conocimiento, no será posible agenda ni actividad para operar en esa realidad a no ser que se basen las acciones ejecutivas, en varios personalismos presos del voluntarismo.
Ahora, estas consideraciones acerca del ignorar y el aprender no son gratuitas sino para señalar un ámbito que por lo general pasa desapercibido en el ámbito político y se trata de la esfera moral, puesto ¿qué tendrá que ver uno y otro?, el primer indicio de toda corrupción nace o está emparentado con un no saber ocultado tras el punto de vista y eso es mostrase de una forma cuando se es otra, un punto de vista sustentado por ese jefe comunal, cuya opinión va a reemplazar al saber, sostenido en un creer sin fundamento del mismo y devenida condición cínica, nota usted, entonces, ¿la importancia de lo moral?
Llegados a este punto será preciso señalar algo, su equipo integrante y los funcionarios elegidos por tal cabeza comunal, de hallarse en idéntica situación de quien los eligió, desconociendo todo lo relativo a su cartera de acción, entonces, adquieren la condición de ser cortesanos de gobierno por un salario o una ventaja personal por pertenecer a él, y nueva estafa moral.
La corrupción se presenta en este salto personal del no saber y punto de vista implementado como acción de gobierno, ¿y cual es el beneficio personal sustraído de algo público que determina su condición de corrupto?, aplicar en lo público una supuesta capacidad y destinar recursos sin quedar muy claro en qué se han destinado o a quien se ha favorecido, provocando la sospecha del usufructuo personal, y nuevamente el ámbito moral y posible competencia jurídica también, de allí entonces, la importancia de toda rendición de cuentas.
Al respecto “Desde el ernetismo cuentan con la venia de la relatoría Mar del Plata del Tribunal de Cuentas, que ya en la rendición 2008 aprobó sin objetar plazos un expediente iniciado en diciembre, y votado en el mismo mes; muy por fuera de los estrictos plazos que fija la Ley.
Esta vez directamente el expediente ingresó solo con los títulos - algo parecido a falsedad de documentación pública - permitida por la Presidencia del Concejo Deliberante. Dos de los 22 incisos de la rendición aparecieron días después, y luego dos mas. Pero para nada se conocieron decretos que fueron aprobados por el Concejo sin contar con la copia en el recinto, algo nunca visto en la historia democrática de Villa Gesell.
Con estos antecedentes, la pregunta obligada es: que se esconde en la documentación que falta?. Y un poco la respuesta la dejó flotando el concejal Fernando Esteban (UCR): sobresueldos”.6
Pero los recursos no sólo son sólo es del presupuestario y abarcando al municipio sino que también involucra al recurso humano de la propia comunidad, si existen políticas para potenciarlo, si se tiene en cuenta el impulso a las iniciativas privadas, valorando el saber y los desempeños del vecino o generando posibilidades al crecimiento de ese vecino, y dar cabida al potenciamiento de los recursos comunales, entonces, de no gobernase para eso, la deshumanización de la gestión queda patente.
Al respecto “Arco Iris intenta sobreponerse de la grave situación que tuvo que enfrentar el año pasado, cuando una deuda contraída en la temporada por el Municipio lo dejó al borde del quebranto. Hubo infinidad de reclamos, incluso el Concejo Deliberante sancionó por unanimidad un pedido para que se abone rápidamente la deuda, y se le vuelva a comprar las bolsitas al Taller.
No tenemos respuesta de ningún tipo de la ayuda prometida… (el municipio) no nos ayuda, cosas que prometieron que se iban a reunir con nosotros, que iban ampliar la compra, lo único que han hecho es mentirnos…12/08/2009/…..Una de las primeras medidas tomadas en el ámbito cultural por la Gestión Erneta es el cierre del Centro Municipal de Artes Visuales (CEMAV).
En la mañana del viernes, operarios municipales trasladaron al Concejo Deliberante parte de las Esculturas que allí se exhibían y que conforman el Patrimonio Cultural de la Comuna.
El cierre del CEMAV deja a artistas locales e invitados sin un espacio importante para la muestra de sus producciones, una vidriera de su producción cultural que un municipio turístico no debe desaprovechar”…31/12/2007/…Finalmente la yudoca geselina Ninosca Reinoso no podrá participar de los Juegos Sudamericanos de Judo.
La promesa realizada por el intendente local Jorge Rodríguez Erneta de abonar el pasaje para que la joven pueda estar en Ecuador nunca se cumplió, el sueño de participar en la competencia de alto nivel quedó trunco.
La ilusión de viajar se había alimentado desde el propio Intendente, que no perdió la oportunidad – ni bien conocida la noticia y con los Juegos Olímpicos en la cabeza de todos – de sacarse la foto y tener algo más de prensa. 19/09/2008/”.7
Tal estado de cosas, contrasta con la construcción de una agenda confeccionada desde una sensibilidad que interprete las necesidades de la realidad geselina en general.
Así, que todo un pueblo quede librado a la buena fe o en el mejor de los casos, a un voluntarismo sin posesión de un saber capacitador que no destierra ni combate al inexperto, como al ignorante y presencias reproductoras de la incorporación de nuevos neófitos y estos, proponer a otros neófitos, de estas presencias impuestas por circunstancias electorales y absoluta liviandad intelectual, una liviandad que responsabiliza a aquellos que también los votaron y directos responsables del atraso estructural del pueblo en su generalidad.
2.3 Conocer para saber
Hemos puesto en relieve la importancia del saber actuando desde un conocer y tal conocer, en devenido pragmatismo ejercido en hechos, es decir, no hablar, ni prometer, ni discurrir sino desde un efectivo intervenir.
Por lo tanto ¿cómo conocer acerca del pueblo?, tal pregunta es sencilla de responder, pues comunidades como la de Pinamar y de Villa Gesell, no implican partidos extensos ni densamente poblados, por lo tanto desde el punto de vista geográfico, edilicio y social están a la simple vista y desde un deambular cotidiano, se va conociendo al pueblo y su gente.
Pero una cosa es conocer y otra cosa es intervenir, el conocer al que hemos aludido enreda un conocer por los efectos, ahora, intervenir implica adentrarse en el intrincado mundo de las causas y sólo desde el ámbito de las ciencias se puede conocer por causas y predecir actuando.
Entonces, ¿se trata de una intervención cambiando lo profundo de una comunidad?, no, el saber exigido a la intervención municipal sólo le compete potenciar y desarrollar a modo contextual, pero jamás cambiar puntos de vista, formas de ser o maneras de pensar, de eso se encarga la ideología y la propaganda buscando intervenir en las conciencias del pueblo y típico método de pretensiones totalitarias.
Un saber correspondiente a las áreas que conforman el todo municipal como son las de mantenimiento, urbanidad, comercio, cultura, salud etc., en correlación con la realidad comunal y necesitadas de una competencia técnica e instrumental, para una construcción positiva entre gobierno y sociedad, como sucede en la relación salud y medicina, urbanidad y arquitectura, se trata de una amalgama entre el ámbito del pueblo y su pertinente área desde el cual habrá de intervenir el ejecutivo.
Por lo tanto, el saber sólo es desde el hacer, tal premisa pone en tela de juicio a las declaraciones, imágenes y conceptos del gobierno sin correspondencia con ese hacer, y de apelar al potencial del vamos hacer, por lo general implica una simple publicidad intentando tapar la incapacidad e inoperancia del gobierno en ciernes.
Y si de capacidades hablamos, también la mide la variable temporal, si en su ejercicio el gobierno tiene en cuenta o no, medidas hacia el futuro, pues la miopía de todo gobierno se muestra cuando él se queda sólo en el presente, en el ahora y no adopta ni posee perspectivas temporales distintas a la de sus gobernados.
Se trata de trazados tendiendo ir más lejos del común de los habitantes, expandiendo su acción hacia el futuro ante el cabal significado de gobernar, posicionar un determinado espacio conjugando al ser como el llegar a ser, pero no por una creación ni una invención del gobernante sino porque éste supo amalgamar lo previamente existente en la comunidad, al darle forma, sentido, dirección y potenciarlo a través de su agenda, si bien la condición inmediata es necesaria, no se queda en ella porque todo desarrollo significa si o si temporalidad abierta a lo mediato.
2.4 Consideraciones finales
Pero, un gobierno que pivota en la consigna del ellos o nosotros, rompe lo estrictamente comunitario y no hace más que posicionar el maniqueísmo en el pueblo, al respecto, “Lo maniqueo o lo antinómico es fácil de entender, blanco o negro, nosotros o ellos y distinto de blanco y negro como del nosotros y los otros, no se trata de conjunciones sino disyunciones y asociadas a cierta actitud fundamentalista como visión del mundo prevaleciendo las divisiones y no las integraciones, no la unidad sino lo que disgrega.
Con tales formas de entender y de actuar, los efectos en una sociedad cobijadora de tales individuos tarde o temprano tendrá sus correspondientes efectos en ella y sin embargo, lo antinómico y maniqueo están presentes más de lo que creemos y nos hace interrogar, ¿es normal tal condición, es por la condición maniquea y antinómica por el cual se logran cosas, espacios, lugares, poderes?, y pareciera que es así, entonces, la respuesta es por sí, si quiere usted lograr algo, vaya y construya poder en base a su persona y a sus seguidores.
Es momento de la pregunta, ¿qué forma adopta lo expresado en Villa Gesell?, esa condición maniquea del límite ideológico, ¿cómo recala en el lugar?, si presta atención porque ya es obvio se encuentra en lo partidizado, es decir, se ha instalado en la realidad a través de los así llamados peronistas y radicales, y cuyos representantes mas visibles ejercen la función de concejales y funcionarios
A las definiciones de manual repetido adscribiendo la condición de peronistas y radicales asistimos a la pantomima de tales individuos de un hacer a que hacen, ¿y qué es lo que hacen?, si nos situamos en el deliberante los vemos atacando y defendiendo, a defender lo indefendible incluyendo sus honorabilidades, mientras tanto, a no escucharse porque saben de antemano el decir del otro, se trata de los mismos nombres y apellidos posicionados por décadas en el circuito político alternando a oficialistas y a opositores, todos autojustificados en esa herencia burguesa de la representación democrática”.8
Aunque, la faz ideológica de la representación que posiciona a la intolerancia y la miopía sólo puede resultar ante la única visión que se tiene de la democracia, la de ser sólo un fenómeno electoral y posicionar en el poder, a individuos presos de lo maniqueo, ellos acceden al ejecutivo como realidad reproductora de cada conciencia del pueblo, desde el feed-back típico del lugar, con su único valor a cuestas, que llegue la nueva temporada.
Bibliografía
1- Sigesell, 18/04/2011, Pág.Web: www.sigesell.com.ar/ (en línea)
2- El caudillismo argentino del siglo XIX, en monografías.com, en pág, Web: http://www.monografias.com/trabajos24/caudillismo-argentino/caudillismo-argentino.shtml (en línea)
3- Capítulo III, ¿Qué hace el dirigente?, en pág. Web:
http://www.mailxmail.com/curso-liderazgo-reuniones/que-hace-dirigente (en línea)
4- Platón, La República.
5- Fernández de Lara, Gerardo Zamora, AGENDA MUNICIPAL COMO INSTRUMENTO DE GOBERNABILIDAD Y COHESIÓN SOCIAL. APLICACIÓN AL ESTADO DE GUANAJUATO, en pág. Web:
http://www.puec.unam.mx/PONENCIAS_IGLOM/VIII_cohesion_social_y_gobernabilidad/mesaVIII_ponencia6.pdf (en línea)
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Diario digital Si Gesell, en pág. Web: http://www.sigesell.com.ar/ (en línea)
7- Oviedo y una crítica al sistema político local, en pág. Web:
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4 Platón, La República,
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6 Sigesell, 02/05/2011, Pág.Web: www.sigesell.com.ar/ (en línea)
7 Diario digital Si Gesell, en pág. Web: http://www.sigesell.com.ar/ (en línea)
8 Oviedo y una crítica al sistema político local, en pág. Web:
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