La evolución de los medios en Villa Gesell
Segunda parte:
El medio gráfico
Tal como ya lo manifestamos las primeras manifestaciones del medio gráfico en la ciudad emergió alrededor de los años cincuenta, años en que la actividad de la construcción si bien no era masiva mantenía una regularidad estable donde la población rondaba aproximadamente la cantidad de 500 a 1.000 habitantes. Al respecto “Hacia 1947 comenzó el proceso de aprobación técnico-administrativo de los loteos que el sr. Gesell empezó a comercializar en torno a su residencia. En ese año se funda la primera escuela y el paraje cuenta con proveeduría, médico y farmacia. La población estable ascendía a 132 habitantes.
Hacia 1949 corre el primer servicio de transporte por ómnibus hasta la estación Juancho que en 1951 se extiende hasta la ciudad de Madariaga. El crecimiento de los servicios y las primeras radicaciones comerciales dan intenso impulso a la construcción, con la llegada de de trabajo, constructores y empresas. Se empieza a caracterizar así el perfil y desarrollo de la ciudad para las próxima décadas con dos pilares que se retroalimentan: el turismo en la temporada estival y la construcción el resto del año”.3
En el citado texto se realiza una progresión de esa cantidad de habitantes partiendo de un registro censal del año 1947 cuyo piso fue de 133 hasta el año 1960 con 1.347 pobladores y como cálculo aproximativo consideramos la cifra entre 500 a 700 moradores a mediados de los cincuenta en Villa Gesell.
Una población compuesta por italianos, españoles y diversas nacionalidades de Europa central y por supuesto, por vecinos que inicialmente hubieron de aportar su mano de obra proveniente de localidades cercanas como de Macedo, Juancho, Gral. Madariaga y que a la postre, terminarían también por afincarse aquí.
Así, con cierta regularidad económica instalada en el pueblo y consistente en una temporada en el verano centrada en las primeras expresiones del turismo y la construcción en el invierno, se crean las bases para la constitución de un escenario social, dado en las presencias del vecino y el paisano, al respecto, “Si tomamos en cuenta el fenómeno migratorio en general, diremos que tuvo su circuito en esta ciudad bajo el advenimiento, afincamiento y, por último, la residencia de gran número de extranjeros de distintos continentes, países, idiomas; etnias y costumbres. Todo ello habrá de expresarse en posteriores formas sociales: sus comunidades, y con ello sus respectivas idiosincrasias en sus creencias, fiestas ropas, comidas, labores, etcétera”4.
Será momento entonces de la creación de clubes, el organizar reuniones, fiestas y eventos varios, en otras palabras, generan un marco propicio a la necesidad del comunicar social y con ello, la presencia imperiosa de un canal de comunicación en la imperiosa forma del medio escrito.
Aunque en Villa Gesell, ese medio como creación local tardará en aparecer por las razones ya mencionadas, por lo cual el diario aquí leído habría de ser Tribuna, un periódico fundado por Raúl Zalguizuri y cuyo comienzo de edición está fechado el 6 de noviembre de 1946 continuando hoy día con sus ediciones.
Ahora, si hemos de señalar el primer medio escrito creado en la Villa de aquella época entonces, hipotéticamente le cabe a La Voz de Villa Gesell tener tal privilegio, pero como es entendible, no es posible reconstruir historia alguna sin apelar a aquellos que la hicieron, tal como la trayectoria de Santiago Massafra lo amerita por el cual, en una apacible mañana de invierno nos reunimos en un bar y apelamos a la historia oral indagando en la memoria viva de nuestro entrevistado e intentar develar, aquello oculto que nos precede.
Nuestro interpelado tiene una presencia de patriarca, barba y cabello blanco excepto por sus lentes, todo en él da ese aspecto venerable y como forma de romper el hielo hubimos de aludirlo como decano del periodismo en Gesell y algo que sostendrá al agregar “que soy el más viejo por edad y el más antiguo por profesión”, función que se encuentra ejerciendo antes de residir en Villa Gesell, hecho ocurrido en 1971.
Así, apelando a los recovecos de sus recuerdos, el decano nos dirá “Existían por aquellos años dos medios (siempre escritos) y que no recuerdo sus nombres, aunque si logro recordar su formato puesto que uno de ellos tenía ocho hojas y otro con tapas coloreadas, este último dirigido por un señor apellidado Dondero”.
La época de los mismos según Santiago los sitúa en la franja de mediados de los cincuenta o principio de los sesenta, donde curiosamente recordará una nota en uno de aquellos medios acerca de un geselino que se iba a practicar ski al sur.
Massafra nos hará saber por los motivos de su presencia en aquellos años en la Villa, así “Yo vine hacer un diario a Villa Gesell pero que salía de Madariaga y que se llamaba el diario Del Este donde intervenía también gente de Villa Gesell que yo conocía de Buenos Aires como Omar Masor donde había estudiado allá con él, bueno con el diario Del Este que era el único diario que salía entre Dolores y Mar del Plata en ese momento y que hubo de nacer de un semanario de Madariaga y que se llamaba El Mangrullo.
Y lamentablemente el dueño se mata en la ruta entre Cariló y Gesell y todo quedó en la nada.
Antes de eso estaba un semanario llamado Aquí Villa Gesell, que lo dirigía Raúl Salvador Conde, y cuando yo vine el mencionado semanario ya se encontraba en circulación y era contemporáneo de La Villa y no sé si estaba antes que este último. Lo cierto es que por el año 72 trabajo con Omar (por Masor) haciendo el libro de Don Carlos, porque también colaboré en la historia esa y La Villa.
Por algunas desavenencias con él estuvimos un tiempo distanciado, donde yo saco un semanario llamado Nota, estamos hablando a medidos de los setenta y que se desarrolló en el gobierno de Pidal.
Sobre el final del gobierno de Pidal, cuando asume Schmidt en la Municipalidad de Villa Gesell nos amigamos con Omar, nos conciliamos y sacamos el semanario La Villa, sería una segunda etapa, y que arranca con una imprenta geselina que la manejaba López y más o menos estábamos alrededor del año 82 porque era la última etapa anterior a las elecciones del 83, dos números editamos acá, después, como Omar tenía la idea de hacer una cosa mejor respecto al tema gráfico nos fuimos a Mar del Plata a hacer offset, porque acá se imprimía en plomo.
El offset, es un sistema de impresión, mucho más moderno que el plomo y la linotipo, y si bien era más caro se ganaba notablemente en calidad”.
Para advertir las diferencias de ambas técnicas nos encontramos que con “La linotipia o la máquina que componía las líneas completas, inventada en 1880, en Estados Unidos por el alemán Ott Mar Mergenthaler fue un paso más de avance en el mundo de las artes gráficas. El linotipo hizo innecesaria la composición de las líneas a mano. En su espacio físico poseía un contenedor desde el cual se deslizaban los signos al presionar un teclado que podía usarse muchas veces. El linotipista u operador de la máquina presionaba las teclas y ésta por sí sola componía, fundía y ordenaba las líneas, sobre las cuales hoy escribimos”.5
Mientras que “El offset es un sistema de impresión que usa placas de superficie plana. El área de la imagen a imprimir está al mismo nivel que el resto, ni en alto ni en bajo relieve, es por eso que se le conoce como un sistema planográfico.
Se basa en el principio de que el agua y el aceite no se mezclan. El método usa tinta con base de aceite y agua. La imagen en la placa recibe la tinta y el resto la repele y absorbe el agua. La imagen entintada es transferida a otro rodillo llamado mantilla, el cual a su vez lo transfiere al sustrato. Por eso se le considera un método indirecto.
Las placas para offset por lo general son de metal (aluminio) pero también las hay de plástico. Hay varias calidades de placa que determinan el precio y el uso que se le da (de acuerdo a su resistencia y facilidad de reuso).
El offset es el sistema más utilizado por los impresores por la combinación de buena calidad y economía, así como en la versatilidad de sustratos”.6
Hecha la aclaración continuamos con el interesante relato de nuestro entrevistado, que nos dice “Yo trabajé en los medios desde que llegué acá en adelante, con Omar y el semanario La Villa en ese tiempo era algo distinto, no era político, por ejemplo para que tengas una idea cuando muere Perón y estábamos en el cierre del semanario, no habíamos puesto una nota de la muerte del presidente, y decidimos hacer una pequeña columna nada más e incluso, eso valió que algún peronista se enojara con Omar por el poco tratamiento que se le dio a ese hecho.
Estábamos más en la Sociedad de Fomento, más en el Club, en todas las cosas que eran comunitario sin entender que el hecho político era importante, si bien teníamos concejales pero de Madariaga lo que distanciaba un poco, por ejemplo ahora estamos ahí, estamos escuchando, pero ir a Madariaga a hacer una nota al concejal, en fin, no era tema del semanario, ni siquiera el deporte, el tema era comunitario.
Recuerdo el cambio de un comisario y con una foto del primer edificio de altura con los vecinos diciendo “basta, no queremos esto”, se mostraba más ese tipo de cosas.
Con la segunda aparición de La Villa teníamos un equipo de trabajo, el director Omar, Engels el que vendía publicidad que ahora vive creo que en Mar de las Pampas, yo y nadie más. Ernesto vendiendo publicidad era una época gloriosa de vacas muy gordas y no teníamos competencia de otros medios gráficos y eso fue entre los 82 a 84 aproximadamente, después de un problema legal que dura dos años me quedo con La Villa y cuando Omar arranca con el canal (84) con Ernesto hacíamos La Villa recuperada”.
Por supuesto que lo dicho por Santiago tiene más extensión pero es algo que habremos de continuar con el turno del medio televisivo porque sus recuerdos aluden a aquel medio en particular, entonces, para finalizar acerca de los medios gráficos pioneros en Villa gesell hasta nuestros días, podemos hacer una lista tentativa y partiendo desde los años cincuenta, contabilizamos las siguientes publicaciones:
Tribuna, editado en Gral. Madariaga, años cincuenta.
El Pueblo, también editado en Gral. Madariaga, aparece el 1º de marzo de 1925, el dueño fue don Cosme Martino y bajo la dirección de Pablo González Amorín, se imprimía en los talleres de impresión de don Cosme, en 1937 la dirección pasa a manos de Cosme Martino, hijo del fundador y continuo apareciendo como semanario hasta 1977.
Años sesenta
La Crónica de Villa Gesell, editado en Villa Gesell, año 1963, su edición Nº 2 está fechado el 9 de julio de 1963 y su director fue el Sr. Carlos Amilcar di Martino.
La Villa, a partir de ahora, los semanarios o periódicos se editan en la ciudad de Villa Gesell, año 1968, su director Omar Masor.
Aquí Villa Gesell, subtitulado “Primer periódico para el geselino”, era quincenal y fue fundado en 1969, director Jorge Martín, Vicedirector Raúl Manuel Salgado Conde y se distribuía en Pinamar y Gral. Madariaga.
Años setenta
Nota, fundado en 1975 y su director Santiago Massafra.
La Aurora de Villa Gesell, fundado en 1977 siendo su editor responsable Miguel Loiacono.
La Gaceta del Mar, fundado el 1 de julio de 1978 y su directora Susana Milano.
Años ochenta
Pionero, fundado el 2 de junio de 1980, subtitulado “Primer Diario de la Atlántida Argentina”, director Jorge E. Guitelman.
El Geselino, fundado el 24-4-1984, director José Luís Korpic.
El fundador, fundado en 1988, director Aníbal Zaldívar.
Años Noventa
El Mensajero de la Costa, sale por primera vez en el 28 de mayo de 1993, director Juan C. Eyra. Este medio cuenta con la particularidad de mantener el carácter regional, pues sus contenidos, ediciones y sedes incluyen los partidos de Gral. Madariaga, Pinamar y Villa Gesell respectivamente.
Y también El regional como a Ecos.
Algo para destacar, y consiste que en la localidad de Mar de las Pampas a partir del año 2000 se funda el 5 de octubre El Chasqui, publicación de edición mensual y dirigido en sus comienzos por Juan Pablo Trombetta.
Y por supuesto, no podemos dejar de mencionar al citado Tiempos, cuya primera edición fue en enero del año 2008.
Todas las publicaciones mencionadas han sido chequeadas en el Centro Cultural Chalet Don Carlos donde se encuentran sus respectivos ejemplares.
3 Tauber Fernando et al, Villa gesell. Reflexiones y datos para una estrategia de desarrollo, Ed. Secretaría Extensión, Universidad Nacional de La Plata, 1998.
4 Oviedo Juan, Villa Gesell: fiesta, etnia y colectividad. Ed. Autor, Villa Gesell, 2004.
El siguiente dato fue proporcionado por la Lic. Luciana Balbín, encargada del Museo Histórico del Tuyu en el partido de Gral. Madariaga.
Entrevista realizada a Santiago Massafra.
En la página Nº 15 del semanario Tiempos en su edición Nº 43 en un apartado titulado Los sonidos del silencio refiriéndose a Los sueños de Massafra sostiene que “El decano de la prensa geselina, nuestro colega Santiago Massafra, es en el fondo un romántico y un soñador”.
Comenzó a editarse el 4 de septiembre de 1969 hasta el 9 de diciembre de 1971. En sus inicios fue periódico y luego se convirtió en diario zonal El propietario fue el Sr. Andrés Fumega y tenía los talleres de impresión en la ciudad, muriendo en un accidente en 1972.
Agradecemos los datos a la Lic. Luciana Balbín.
5 Los medios de comunicación, Pág. web: http://www.geocities.com/kasen667/imprenta.html (en línea)
6 Sistema de impresión- offset. Pág. web: http://www.geocities.com/CollegePark/Hall/9355/wimp-off.htm (en línea)
Entrevista a Massafra, op-cit.
Agradecemos los siguientes datos a la Lic. Luciana Balbín.
Datos suministrado por el Centro Cultural Chalet Don Carlos, Villa Gesell.
Datos suministrado por el Centro Cultural Chalet Don Carlos, Villa Gesell.