El relato de su nota a continuación
Mar Azul 07-04-09
Ya pasé por todos los estados de animo y ya no se donde comenzó el día ni cuando terminará.
Cuando hoy por la mañana, bastante antes de lo habitual, para ganar tiempo frente a la avería de 3 de las 5 maquinas (incluido el auto), mientras estaba cortando el pasto dado que soy jardinero, trataba de resolver la intrincada ecuación de sumar horas de trabajo, reducir horas máquina y no perder horas descanso. Aun así pude notar cierto alboroto con la patrulla de policía que iba y venía, de esquina a esquina, por la cuadra donde estábamos trabajando mi compañero y yo. La verdad es que me olvidé
instantáneamente del asunto en cuanto se nos rompió la última bordeadora
sana (martes previo a semana santa- fin de semana largo- el que paga exige-
no?). La desesperación pudo a la curiosidad, salimos rajando hasta casa a
ver si conseguía improvisar un repuesto para la pieza dañada, no había
opción, era la última bordeadora, por dios!
Como el que paga exige, pasado el chubasco, volvimos para concluir la tarea.
En el trayecto y por el apuro, pude haber excedido los 30 Km./h.
Reglamentarios, lo admito.
El siguiente parque era muy cerquita del anterior, doblando la esquina. Ambos tiene un cartelito que promociona nuestro servicio con el teléfono y creo que tras casi 10 años de residencia me conocen hasta las raíces de los pinos. Mientras descargábamos el esquilmado equipamiento; maquina de cortar pasto y bordeadora recauchutada, nuestra imagen mas que sospechosa debía ser penosa, no importa. Como decía, mientras bajábamos las cosas, volví a observar la agitación del único patrullero-camioneta que iba y venia, dale que dale. Qué habrá pasado? – me pregunte mientras sacaba unos yuyos de un cantero (el que paga exige). Curioso, me arrimé a la calle para tirar los yuyos y de paso ver mejor que sucedía. Fue increíble. Al ver que se dirigía en mi dirección me acerqué decidido para preguntarle que pasaba. La respuesta fue elocuente, inmediatamente apareció otro móvil del que bajo un teniente (Luis Rojas) gritando preguntas que no esperaban respuesta amenazándonos y maltratándonos como se maltrata a los ciudadanos: Obvio nuestros derechos y nos detuvo arbitrariamente sin mediar explicación, exigiéndonos que lo siguiéramos a la comisaría donde luego de una infructuosa búsqueda de antecedentes, que duró toda la mañana hasta pasado el medio día. Obviamente ni mi compañero, ni el vehículo ni yo tenemos mas antecedentes que ratearnos del secundario (y aun así lo terminamos).
Hasta acá soy capaz de comprender que el trabajo de policía es complicado,
estresante y rudo. No son las formas que nos gustan, pero también es cierto
que un policía debe ser desconfiado, de ello depende su vida.
Pero no me explico por que una vez firmada el acta donde constaba nuestra
falta de antecedentes y disponía la finalización del trámite, nos condujo a
una oficina, ordenó a su colaborador cerrar puerta y ventanas, correr
cortinas y comenzó a gritarnos su monólogo de amenazas, acusaciones e
insultos para luego dejarnos ir con un intimidatorio “los voy a estar
vigilando” –mientras con sus manos gesticulaba un larga vistas.
Luego, a raíz de su frase, me quedé pensando en Foucault (porque también me rateaba en la universidad Sr. Teniente), En los regímenes totalitarios, el Fascismo, en las charlas que tuve con mi hijo hace 15 días acerca del 24 de marzo, tratando de explicarle el autoritarismo, el miedo como política social y lo nefasto que resulta en la sociedad y que estamos como estamos gracias a eso. Yo soy un trabajador, me dije, no puede darme miedo un abusador, debo dejar en claro frente a mi Hijo, frente al Teniente y frente a la Comunidad que no quiero mas que me atemoricen los autoritarios, sobre todo si visten uniforme y aunque parece que la mayoría piensa distinto yo no quiero policías violentos en mi pueblo. Si yo cumplo con la ley y le pago, junto a todos, su sueldo, por qué no voy a exigir y denunciar públicamente este accionar en la comisaría de Mar de las Pampas?
Es curioso que aun así sienta temor de algún tipo de represalia por alertar a la comunidad. No puedo olvidar la sentencia de B. Brecht, “ahora están golpeando mi puerta”.
Lisandro Pérez.
DNI: 27770228