En ese tiempo se sucedieron reuniones, incluso con el intendente Erneta, quien se reunió en el Concejo con los presidentes de bloque. Desde la oposición le hicieron saber que no estaban dispuestos a permitir el voto de una concesión con un contrato que no establece obras, que desaparece la garantía de gratuidad en los barrios, y que tiene los apuros propios de un año en donde el Cocnejo Deliberante puede cambiar en su composición.
“No vamos a permitir regalar en 15 minutos 15 años de concesión a una empresa que puede transferirse, sin un plan de obras, sin la garantía de la gratuidad para los barrios. Esto parece ser más una caja a futuro de quienes saben que se les termina la mayoría en el Concejo Deliberante”, señaló el concejal Fernando esteban, presidente del bloque radical.
Las criticas mayores de la nueva concesión apuntan fundamentalmente a la falta de debate, a la falta de un plan de obras, a la falta de la garantía de gratuidad para los barrios, a la nueva figura de “propiedad de la empresa” de las nuevas redes que historicamente fueron del municipio, y a la posibilidad de "transferencia" de la empresa.
El ernetismo en el Concejo completó la maniobra para no sesionar: el gas estaba casi al final del órden del día, por lo que – aviso mediante – los ediles opositores tenian previsto iniciar las sesiones, ingresar los expedientes a comisiones y luego evitar el voto de la concesión del gas. En la voz de Mabel Llompardt, el oficalismo paró todo el funcionamiento del Concejo, ya que pidió adelantar el tema que sabian que era conflictivo. “Gracias Mabel, nos regalastes un mes de vacaciones”, se escuchó cuando todos se iban, en el pasillo del Concejo.