El debate fue encendido, y el radicalismo mantuvo su posición: lo actuado por los seguidores de Erneta en el Concejo era de absoluta nulidad. El ernetismo mostró un dictamen de Asesoría General de Gobierno, en donde el organismo aclara por un lado el carácter no vinculante del pronunciamiento y sostiene algo ya dicho por los “boinas blancas”: la cuestión debía ser zanjada por el propio Concejo.
Cabe destacar que el radicalismo reclama por el desmanejo evidente de las cuentas públicas, la falta de publicación desde hace un año de los decretos que emite el Departamento Ejecutivo, la falta de publicación de los estados contables trimestrales que establece la legislación vigente y la ausecia de Rendiciónd e Cuentas, y un expediente abierto al respecto solo pára engañar al Tribunal de Cuentas, organismo de contralor en la materia. Entre los cuestionamientos se encuentran el sospechoso pago de once milones de pesos a la Empresa Ecoplata, cuando por el mismo servicio el ex intendente radial Luis Baldo le pagaba cuatro; las contrataciones a empresas tildadas por la oposición de fantasmas como Madaqui y Sopay, que según el concejal Ricardo cemborain tendrían vinculaciones con el senador Goicoechea, militante del mismo espacio político que Erneta.
Por otro lado, la misma rendición de cuentas debería explicar donde están los desaparecidos doce millones de pesos recaudados durante el 2008 por el Plan de Obras Villa Gesell 2010. Estimaciones de la oposición señalan que fueron desviados estos fondos a gastos comunes del funcionamiento Comunal.
Las cuentas Municipales no aparecen, y las dudas crecen.