en su propia ciudad.
Tentados por la sugerencia de Gabriel Centric de disfrutar de los servicios de la Hostería Tequendama Spa & Resort es que iniciamos esta extraña y sutil aventura de ser turistas en Villa Gesell viviendo en Villa Gesell.
Iniciamos nuestro periplo en la conserjería alrededor de las 10 A.M donde realizamos el pertinente check-in y mientras se nos preparaba la habitación fuimos a desayunar al restaurante que posee la Hostería.
Después de disfrutar de un opíparo y variado desayuno la recepcionista nos condujo a una habitación con vista al mar, esta era cálida, cómoda, confortable con los siguientes servicios: Servicio de mucama, Ropa blanca, Desayuno americano buffet, Música funcional, Frigobar, TV, Caja de seguridad, Aire acondicionado, Room service, Calefacción por losa radiante, Toilette con hidromasaje y un ventanal decorado con amplias cortinas corredizas, con salida a un gran balcón que nos permitía tener a voluntad tanto privacidad como vista del paisaje.
Salimos a pasear por la Villa, como se le denominaba antes a Villa gesell y al retornar a nuestra habitación nos encontramos con un obsequio de la casa, una botella de Extra Brut en un balde con dos copas de champagne, las burbujas y la modorra nos preparaba más para la sienta que para otra cosa pero si hacíamos eso nos perderíamos de los otros atractivos que nos deparaba la Hostería.
Así, es que primero nos dirigimos a las instalaciones del gimnasio con sus diversos aparatos y después a la piscina cubierta climatizada, atendida por dos competentes empleados que estaban prestos, no solo a atendernos sino a responder cualquier inquietud nuestra, y ya muñidos de los elementos necesarios gorros, chancletas, toallas, disfrutamos de un largo rato de la cálida y transparente agua.
Por la noche, no hicimos uso de los Restaurantes de nivel internacional el Chibcha Restaurante y el Kaiseki Terrace sino que preferimos una salida nocturna. Después del sueño y con el nuevo desayuno al otro día, nos aprestamos a retornar a la condición de residentes con la experiencia de ser turistas en nuestra propia localidad.
Y si se trata de mencionar la experiencia de ser turista, aparte de estar en otro lugar y utilizar un diferente mobiliario al cotidiano, colabora en tal experiencia la atención al cliente, esta relación atención-cliente da origen a la palabra servicio y aquí encontramos el pleno significado de toda actividad terciarizada eje de la actividad turística porque es en el concepto de atención donde se marca efectivamente la diferencia.
Así, la profesionalidad de toda hostería u hotel, deben contar con dos elementos básicos: el mobiliario y la atención, donde ambas son el servicio y esa fue la clave que al aceptar la invitación de Gabriel a gustar de la Hostería Tequendama Spa & Resort, nos convirtiéramos en turistas por un día.
Juan Oviedo