como también se encuentra acompañado por un clima benigno, aunque en otro orden de cosas resaltar que estamos frente a la presencia del primer pueblo peatonal de la República Argentina, puesto que el mismo se encuentra en una reserva natural y como tal, con especial cuidado de su flora y fauna. Otro aspecto consecuente con el respeto al oikos es que la publicidad impresa se realiza en papel reciclado, volante en mano y pidiendo que no se lo arroje en la vía pública.
Al tratarse de un pueblo peatonal, no llegan los coches, excepto aquellos que pernoctan en él, por ello una inmensa planicie natural es utilizada como playa de estacionamiento al que se debe abonar la suma de 15$ incluyendo el traslado al pueblo de ida y vuelta. La distancia entre estacionamiento y pueblo será de 800 metros aproximadamente por lo que muchos se aventuran a caminar.
Charlando con algunos residentes nos dijeron que unos 700 a 800 personas viven en La Cumbrecita, con una plena ocupación a lo largo de todo el año, esto no deja de sorprender en lugares como son los balnearios costeros, presos de una permanente condición recesiva provocada por lo estacional, que en otros parajes turísticos no se conozca la recesión de la estacionalidad o al menos, mantener cierto equilibrio entre mano de obra y densidad poblacional.
¿Cuales son los servicios que presta el lugar? hospedajes varios, restaurantes, cafés, telecabinas, negocios de artesanías locales entre otros y a la hora de las actividades, ¿que se puede hacer?, pesca deportiva de truchas y variadas actividades al aire libre como trekking, ir a las distintas excursiones como La Gruta, Cerro Cristal, Tres Cascadas, al Cerro Wank etc. ejercitar la contemplación a través de Vistas Panorámicas como El Indio, El Peñal.
Y para finalizar con este paseo por las nubes, a modo de reflexión nos queda la medida respetuosa entre medio y negocio, considerados ámbitos diferentes el plano de lo ético y el plano de la renta, sin embargo, aquí en La Cumbrecita, el sentido que priva es el cuidado, el orden, la planificación y la capacidad de generar un servicio respetando ese orden, donde ambos sentidos no son antítecos, así, la relación medio y renta, se transforma en un equilibrio entre estar y ser y tal complemento, habrá de redundar en un beneficio hacia todos, sean residentes, propietarios y turistas en general.
Juan Oviedo