el traslado proporcional de los aumentos a derechos de construcción han generado una casi absoluta desaceleración de la inversión privada en la ciudad.
La gran mentira:
Mientras el Intendente anunciaba el 6 de abril en la apertura de Sesiones a los Concejales que “Hoy podemos decir que el estado municipal ha tenido buenos niveles de recaudación, aproximadamente entre el 55 y el 60 % más el 22 % que nos corresponde como materia de coparticipación provincial”, en Gesell se daban los niveles de racaudación más bajos de los últimos tiempos.
Prueba de esto es una declaración del propio Erneta, aparecida el jueves pasado en el Diario Hoy de La Plata, en donde el jefe comunal geselino admite que “venimos realizando una previsión teniendo en cuenta que en el primer trimestre nuestra recaudación había descendido unos puntos y comenzamos a pensar que en el segundo semestre la cuestión iba a estar muy ajustada”.
La declaración de Erneta – puertas afuera del Municipio – se mezcla con otra realidad denunciada por la oposición radical en Gesell: no hay fondos para obras públicas y las que hoy se están realizando son las correspondientes al Plan de Obras Villa Gesell 2010.
En este sentido, detalló que “comenzamos a hacer algunos ajustes y prepararnos para tener la posibilidad de que el plan nacional de obras públicas y el que tenemos nosotros con recursos propios se puedan mantener, así como también la mayor posibilidad de cumplir con nuestros proveedores y obviamente con los sueldos de nuestros empleados como venimos cumpliendo hasta ahora”, señaló Erneta.
Mientras tanto, en el Concejo Deliberante en la última sesión, el ernetismo impuso su mayoría para evitar que prosperara una iniciativa del radicalismo destinada a conocer cuantas obras nuevas se habpía presentado en el Municipio. “El impuestazo ha generado un importante desaliento en la inversión privada, hoy cualquier inversor sabe que no le conviene invertir en Gesell, y eso hay que corregirlo ya, porque significa mucha mano de obra parada en la Ciudad”, admitió el concejal radical Amadeo Montenegro, quien fundamentó el proyecto en el recinto.