Hecha la presentación, cabe recordar que el 3 de julio de 2008 redacté una carta de lectores, que fue publicada por varios medios gráficos de nuestra ciudad y leída en mi programa de radio “Gesell a Diario” que se emitía por Radio Plus, titulada LAS LISTAS NEGRAS COMO INGREDIENTE DE LA CAMPAÑA ELECTORAL DEL FRENTE PARA LA VICTORIA, en la que denunciaba el manejo discrecional de la información, por parte de los responsables de la campaña del entonces candidato Jorge Rodriguez Erneta. En esa oportunidad me preguntaba y me preocupaba pensar que, en caso de una victoria de Rodríguez Erneta en los comicios del 28 de octubre, a partir del 10 de diciembre, ¿la Oficina de prensa de la Municipalidad –que debe atender y suministrar información a todos los periodistas y no solamente a los amigos de la administración- seleccionará a quien enviarle material?
Hoy, casi dos años después, la respuesta, como en aquel entonces, sigue siendo afirmativa: los encargados de prensa de la gestión del Doctor Intendente, continúan, por orden del propio Erneta, ignorando a los periodistas que piensan distinto o que no son funcionales a los planes de la Gestión.
Pero, no solo las listas negras alcanzaron a los periodistas en este período: También sufrieron esta segregación, proveedores del Estado Municipal; 200 empleados municipales que fueron despedidos por razones políticas; profesores de la Casa de la Cultura y artistas que no tuvieron cabida en los planes de esta “ernetocracia”, y siguen las firmas.
En el caso de la Gestión del Doctor Intendente esa premisa no solo no se cumple, sino que, al nombrar al frente de la Oficina de Prensa de la Municipalidad a un ex patovica devenido en conductor de un programa radial –Daniel Algarín estuvo al frente de un programa de radio que se decía periodístico, como podría haber estado al frente de un volante conduciendo un taxi-, habla a las claras del desprecio que tiene por la información que brinda a los vecinos (Con ese criterio de selección de personal, el Doctor Intendente podría nombrar a un periodista al frente del hospital, total, todos los trabajos son dignos, pero, para algunos, se necesita una preparación acorde a las exigencias del puesto). A tal punto ignora y le falta el respeto a la prensa y a los vecinos esta actitud, que no le importa que las escasas gacetillas de prensa que se originan en la oficina mencionada, no solo abundan en errores de sintaxis, sino que las faltas de ortografía están más de acuerdo con chicos que recién comienzan su instrucción primaria, que con un profesional de la difusión. Por todo esto, este 3 de mayo, los geselinos todos y no solo los periodistas profesionales, en lugar de conmemorar el DÍA MUNDIAL DE LA LIBERTAD DE PRENSA, deberíamos hace un minuto de silencio.
Guillermo Burnet
SiGesellnoticias