Preocupación del fotógrafo y espanto del radiólogo

Allí aparecieron las rutas y calles cortadas por manifestaciones, la ocupación del Carlos Pellegrini que lleva cuatro días sin clase y está tomado por los alumnos con los que los 180 días de clase son apenas una ficción.

Salieron muy claras las turbias aguas de la cuenca Matanza-Riachuelo y los chicos jugando a su vera, las rutas inauguradas pero nunca terminadas, los “batatas” de Moreno, como antes los de Menem, incursionando ahora en la Feria del Libro, las escuelas sin luz, agua ni cloacas y los compatriotas desnutridos.

Se lo vio a Kirchner asumiendo su cargo de Secretario General de la UNASUR y sus indefiniciones que en el Estatuto del ente no son tales, en cuanto a que debe abandonar su cargo de Diputado por manifiesta incompatibilidad.

Lo que no salió en la foto es que la renuncia significa la pérdida de los fueros, que en determinadas circunstancias son fundamentales para evitar inoportunas investigaciones.

Salió la Presidenta sugiriendo que los periodistas deben vacunarse con la antirrábica pero no salió solidarizándose con los hombres de prensa amenazados en las paredes.

Salieron los piqueteros buenos, que tienen planes sociales, y los piqueteros malos, que no los tienen ni los tendrán mientras persistan en su rechazo a sumarse a las filas del Gobierno nacional y popular.

En fin.

Las fotos llenaron de preocupación al fotógrafo, porque mostraron un cuadro de situación más cerca del descontrol que de la sana convivencia.

En otro lugar, no lejos del estudio de fotografía, un radiólogo analiza las tomas hechas también a la república con aparatos de alta tecnología.

Si el fotógrafo está asustado, el radiólogo está espantado.

Ocurre que él mira por dentro lo que en verdad pasa y por su formación profesional sabe que, de no tomarse las previsiones del caso, el diagnóstico será complicado.

Del estudio de las radiografía surgen evidencias de desequilibrios crecientes que no son ni siquiera tenidos en cuenta a la hora de imaginar cambios en busca de correcciones.

La lista es inagotable.

Pero para no aburrir ni abatir, porque eso sería caer en la trampa que se intenta, valga una sola referencia que está en la base de nuestras limitaciones y es testimonio rotundo de la reinstauración conservadora en marcha.

Se trata de poner blanco sobre negro cuáles son los criterios y los montos concretos de distribución de los dineros públicos que se hacen desde el Poder Central sin otro requisito que la voluntad del príncipe y su pareja.

Surge entonces que la Provincia de Santa Cruz es un feudo de otra galaxia, porque lo que por acá falta por allá sobra.

Según datos oficiales, en el ejercicio 2009 llegaron a la pingüinera $ 4.582,00 por habitante en tanto los bonaerenses rajuñaron $276,00, Córdoba $ 313,00 y Santa Fe 356,00.

Para la construcción de rutas, Santa Cruz recibió551 millones y quedó segunda de Buenos Aires, que obtuvo 554, dejando muy atrás a Santa Fe, con 300 millones y Córdoba, con254 millones.

Esta discrecionalidad nos sumerge en la inequidad más absoluta, por cuanto es más que claro que los recursos se manejan por los dictados de la sumisión y no, como debiera, por la racionalidad y la proyección estratégica.

Si agregamos que la Constitución reformada en 1994 establece en una de sus cláusulas transitorias que una nueva Ley de Coparticipación Federal debe estar sancionada antes de la finalización del año 1996, es más que claro que queda mucho por hacer y que el reloj atrasa demasiado.

Y además que para hacerlo, será necesario el acuerdo de muchos, porque los mecanismos establecidos en el texto constitucional fijan condiciones que hoy parecen casi de cumplimiento imposible.

Hay que admitir, para no cometer el error repetido de desconocer los problemas como si esa fuera una forma de solucionarlos, que es imprescindible que además de encarar con firmeza las correcciones de superficie, esas que asustan al fotógrafo, es urgente que comencemos a analizar seriamente cuales son los mejores caminos para tranquilizar al radiólogo.

Para que no nos abata el pesimismo, contamos con un elemento cierto.

Ya sabemos que lo de hoy no sirve.

Hay que buscar lo nuevo y distinto, que aunque difícil, siempre aparece si todos hacemos el esfuerzo de poner nuestro grano de arena al servicio de la transformación democrática que nos saque de la histeria y la confrontación adolescente.

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