Erneta le puso público a la caravana por la seguridad

Según las fuentes consultadas, la orden provino del propio Doctor Intendente, Jorge Rodriguez Erneta, mientras que otra le adjudicaba la responsabilidad al Secretario de Gobierno, Osvaldo Tavarone.

Un vallado espectacular montado por la Dirección Tránsito –una camioneta cruzada frente al vallado y un par de motos oficiales sin patente, más el personal sin vehículo- cumplió con la orden emanada desde el Ejecutivo Municipal, pero, el hecho concreto fue, que con la medida, en vez de obligar a los vehículos a circular por las avenidas paralelas –con lo que el efecto de la protesta hubiera sido mínimo-, hizo que la cabeza de la caravana se detuviera en avenida 3 y paseo 108, provocando un caos de tránsito pocas veces visto en Gesell.

A la protesta vehicular se sumaron los pocos geselinos que circulaban por el lugar y los turistas que, advertidos del reclamo, comenzaban a aplaudir en apoyo de los manifestantes en lugar de sentirse molestos.

La caravana, después de media hora, continuó su marcha por el paseo 108, volviendo a cortar el tránsito vehicular en 3 y 107, y, sucesivamente, en 3 y 105 y 3 y 104, haciendo una suerte de recorrido serpentina, ante el corte de la principal arteria geselina. O sea, una caravana que en poco más de media hora, hubiera cumplido su cometido –en caso de desplazarse por la avenida 3-, logró que, durante dos horas, gran cantidad de público estuviera pendiente de sus reclamos.

Todo la protesta se realizó en forma pacífica, pero, la nota disonante la dio un Inspector de Tránsito que se dedicó a tomar nota del número de las patentes de los vehículos participantes, hasta que fue duramente increpado por una vecina. Ahí el funcionario guardó lápiz y papel para mejor oportunidad.

Como resultado final, los organizadores de la protesta nunca sospecharon, ni remotamente, que una medida tomada por el Gobierno en contra de los vecinos –ya sea que la orden proviniera de Erneta o Tavarone-, volviera como un boomerang a favor de ellos: “Erneta le puso público a la caravana” decían. Y tenían razón.

Guillermo Burnet

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