Hijas del capricho inicial de derribar todo lo hecho por el ex intendente Luis Baldo, la playa geselina sigue siendo escenario de un debate en estrados judiciales con consecuencias impredecibles. Todo comenzó con el inicio de la Gestión del intendente Jorge Rodriguez Erneta y una primera señal hacia la reforma de playa: darle continuidad a 13 balnearios vencidos y de la vieja generación; dejando de lado el proceso de reforma impulsado por la ordenanza 2050, norma modelo que busca una playa ambientalmente sustentable y de calidad.
Lo que parecía una excepción de una temporada se transformó en norma, y así, balnearios de cemento sobrevivieron sobre la playa hasta este año. De los 13 uno de ellos - vinculado a la familia de una abogada del municipio - obtuvo una prorroga para trabajar cinco años más; y alguno de los restantes han comenzado a demolerse, perdiendosé en el proceso tres años.
Pero la litigiosidad tiene como punto central el proceso de segunda tanda de licitaciones, realizadas en el año 2007, y derogadas por Erneta con argumentos mas que endebles y en algunos casos inaplicables a la situación. Los oferentes de la licitación nuladas llevaron en algunos casos el reclamo a la justicia, y el mes pasado se inició lo que parece ser el último de los rounds de la batalla.
En el Juzgado en lo Contencioso Administrativo de Dolores ahora se ventilan nuevas demandas: bajo expedientes 6661, 6662 y 6680 se tramitan actuaciones iniciadas por Mauricio Villate, Virgina Carlini y José Luis Stramigioli, que buscan resguardar derechos.
Las citadas demandas aparecen en la Mesa de Entradas Virtual del juzgado como iniciadas entre el 19 y el 24 de agosto del 2010, y ya atacan la derogación del proceso licitatorio, decreto convalidado este año en el Concejo Deliberante.
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