Los chicos de la noche de los lápices nos dejaron muchos legados, el de la lucha, la solidaridad, el de los ideales bien vivos, el de los sueños, el del compromiso, el de un proyecto de una nación donde todos tengamos las mismas posibilidades, el de mirar a para uno lado y otro y ver donde se puede sembrar un poco de felicidad.
Hoy 34 años después y en democracia, sabemos que falta mucho por mejorar. Y en ese camino debemos sumarnos todos, no siendo espectadores, sino actores. No solo criticando, sino proponiendo. No con la violencia, sino con el dialogo. No con el egoísmo, sino con la solidaridad. Sumando, no restando.
La mejor manera de rendirles un homenaje, es sin duda, el tenerlos siempre presente, el hacer que esos lápices sigan escribiendo y cada vez mas; y si eso sucede, ellos jamás desaparecerán.
Luis H. Chaparro
Vicepresidente Seccional
Juventud Radical Pcia. Buenos Aires.
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