"Las sillas anfibias son para entrar al mar y, por cierto, muy costosas. En Europa y especialmente en España se usan en todas las playas. Allí esas barreras hay desaparecido, y los discapacitados pueden disfrutar de las olas y sus familias verlos felices, soñabamos con que esto también se pueda cumplir en Gesell, y por eso iniciamos el pedido. Nos había visitado Ignacio Ricci del COPRODIS y con él pudimos trabajar muy bien el tema", señaló con satisfacción Úrsula, que se comunica via ordenador, ya que es ella misma también es discapacitada.
"Cuando recibí la noticia de que el dinero estaba disponible (108.000$ aproximadamente) y que las sillas estaban para ser adquiridas con esa partida de dinero, me alegré enormemente y le notifiqué al Intendente Erneta por nota todo esto que les cuento y también le comuniqué que había sido indicación del Intendente Baldo que el taller protegido Arco Iris fuera el administrador, el regente de las sillas anfibias", señaló la ex resposable de ARDIS durante el gobierno de Baldo.
"Nos quedaba seguir monitoreando la adjudicación de diez sillas anfibias que en su momento fueron solicitadas a través de la CONADIS, el CoProDis y la Fundación del Banco de la Provincia de Buenos Aires en el marco del proyecto “Villa Gesell: viví un turismo integrador” y que era recíproco con los nuevos balnearios accesibles, y esto finalmente ya se cumplió", señaló.
por último, Klemense señaló que "la integración de las personas con capacidades diferentes es una tarea de todos y de cada uno de nosotros; pero es una responsabilidad irrenunciable de aquellos que nos gobiernan"
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