En el marco de este tema hay muchos puntos oscuros que, en algún momento, el Doctor Intendente Jorge Rodriguez Erneta y los funcionarios involucrados en el trámite, deberán explicar en el lugar adecuado.
El hecho concreto es que varios sectores de la playa geselina carecen de los clásicos balnearios y, por lo tanto, los servicios prestados por ellos los deberá afrontar el municipio. Uno de ellos es el de los baños públicos. Hoy, sin balnearios, no hay baños públicos.
Hay que tener en cuenta que la distancia entre los balnearios existentes –y, consecuentemente, entre los baños públicos- es en ocasiones de cinco o seis cuadras., inclusive en la zona céntrica, donde hay mayor concentración de turistas.
Esta carencia no solo la sufren los turistas, si no también los guardavidas municipales, que deben trabajar diez horas corridas, entre las 9:00 y las 19:00 –sin relevos para ir a comer o gozar del descanso reglamentario-, sin posibilidades de cumplir con sus necesidades fisiológicas en un baño cercano en razón de la distancia que deben recorrer. La solución en estos casos es el tachito o la botellita, de acuerdo a la ocasión, elementos que no provee el Doctor Intendente.
la salida elegante para los turistas, es la de recurrir a la vieja y querida “pelela”, que comenzará a formar parte del equipaje playero, compitiendo con la sombrilla, la heladerita y la lona para tirarse en la arena.
Por lo tanto, y ante la inacción de los funcionarios municipales, con el Doctor Intendente a la cabeza, la “pelela” se transformará en la vedette de las playas geselinas, durante este verano.
Guillermo Burnet
SiGesellnoticias