esta es la nota recibida:
A pesar de que los trabajadores de prensa que colaboraban en esta tarea habían levantado sus cosas de la calle, la policía comenzó a golpear a uno de los peatones que se quejó de la acción policial, por lo que quienes ya se estaban retirando intentaron que no siguieran maltratando al transeúnte.
Fue entonces, cuando la policía comenzó a pegarles también a los periodistas que colaboraban en la distribución y se llevó detenidas a cinco personas mayores de edad, luego de intentar impedir que se tomaran fotografías que de todos modos fueron registradas. Cuando otras tres personas que vivieron el incidente en el centro de la ciudad balnearia fueron a pedir explicaciones a la Comisaría N° 1, ubicada en el paseo 105 entre las avenidas 4 y 5, lejos de brindárselas encarcelaron a dos de ellas.
La Policía de la provincia no soporta ni preguntas, ni nuevas voces en los medios.
A pesar de los pedidos de explicaciones a las autoridades policiales de la comisaría por parte de diferentes organismos y asesores legales vinculados con los Derechos Humanos, entre los que se cuentan, HIJOS, SERPAJ, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Abuelas de Plaza de Mayo, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, la respuesta de, por ejemplo, la oficial Velázquez, fue “no podemos brindarles información”; y el maltrato a los detenidos incomunicados se incrementó con la demora de más doce horas en la elevación de la causa a la Fiscalía a cargo del Dr. Diego Bensi, el hacinamiento de gran cantidad de personas en una pequeña celda y la prohibición de hasta de ir al baño, según se pudo oír de boca de uno de los detenidos, mientras lo trasladaban para tomarle declaración. A su vez, los medios que se dedicaron a seguir la causa, recibían como respuesta desinformadora, que los detenidos eran cinco en lugar de siete.
Tampoco alteraron la conducta policial los llamados solidarios de periodistas que también entendieron el hecho como un atropello a la libertad y diversidad de expresión, tan celebrada en los últimos días con la salida de La Garganta Poderosa por medios masivos de todo el país y del extranjero como Clarín, La Nación, Página 12, Tiempo Argentino o la Agencia española EFE, y por personalidades de la comunicación que no se agotan en Eduardo Galeano, Víctor Hugo Morales, Eduardo Anguita, Alejandro Dolina, Sebastián Wainraich y Osvaldo Bazán.
Recién tras más de catorce horas de encierro comenzaban a declarar los detenidos ante el fiscal, para que después de ello, seguramente, sean dejados en libertad. Sin embargo, una vez más la libertad de expresión fue atacada por el atropello, la violencia y el maltrato de la policía de la provincia de Buenos Aires.
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