Justamente el cada vez más complicado camino judicial de la playa y el reciente procesamiento penal por desacato del propio Intendente obligó a un cambio de estrategia: ya no fue Erneta el que decidió las licitaciones, esta vez la responsabilidad cayó en los concejales del frente para la Victoria.
Martinez Salas se preguntó en el recinto cual era el justificativo para tanta urgencia, siendo que los nuevos concesionarios ya no pdrán trabajar esta temporada: "a Girgenti le balnquean algo que ya está haciendo: alquila sombrillas en la playa y vende choripanes a lado de su hotel", señaló.
El segundo de los ediles en hacer uso de la palabra fue Ricardo Cemborain, que marcó gruesos errores en los expedientes, como por ejemplo informes fechados en momentos en que el expediente no estaba en el Departamento Ejecutivo, y las incapacidades de oferente Girgenti, que según señaló ele dil se encuentra con embragos y demandas al Municipio, cuestiones incompatibles con su calidad de oferente de un servicio público. El mismo oferente habría presentado como garantía un acta ante escribano mediante el cual señala poseer 55 mil dolares, lo que nogarantiza la propiedad del dinero.
El edil radical Fernando Esteban volvió a la carga con los vicios del proceso, marcó incongruencias en las redacciones y mostró que la desición de adjudicar ya estaba tomada de antemano, y que el expediente terminó siendo una formalidad administrativa.
A esa altura de las exposiciones, la edil Mabel Llompardt tomó la palabra para señalar que la principal preocupación de la gestión era fijar pautas claras para la playa, y que habían cumplido con todas las leyes. esto le valió una nueva réplica de Martinez Salas: "no les interesa la playa, si les tinteresara no hubiesen esperado tres años de prorrogas", para luego señalar que era el proceso licitatorio "menos transparente de la Historia de Villa Gesell.
Finalmente el expediente se votó por la afirmativa, solo con los votos del Frente para la Victoria.
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