a fin de instaurar el sistema democrático en la zona e incluyente al mundo árabe, las masas serían fácilmente manipulables y desde tal sistema, poner o quitar gobernantes contrarios o amigos a los intereses de la Casa Blanca, pero la lección de fondo es, si no haces nada, no logras cambios.
Por otro lado, cuando usted lee o escucha a teóricos, pensadores o intelectuales referirse a la realidad como algo cambiante o al colectivo como dinamizador de su propia realidad, entonces, usted, ¿no se pregunta porque en su realidad y la gente de su pueblo no tienen esa cualidad cambiante ni la capacidad autónoma de gestar el propio designio?, porque en este pueblo nada cambia, todo sigue igual con una resignación de base y cuyo corolario, es el no cambio.
Claro, usted pensará, si nadie manifiesta, si nadie sale a las calles, si no hay revuelta alguna, es porque no hay necesidad de cambio alguno, pero también es posible que se necesiten cambios y no obstante, no hacer nada y esto nos muestre la patética mentalidad del pueblo: su resignación.
¿La supuesta resignación hubo de emerger ante el fracaso de una resistencia?, no, simplemente jamás hubo resistencia y no la hubo porque su gente se ha abandonado a la inercia de la realidad que sufren, como si ellos no tuvieran nada que ver.
¿A cual inercia está abandonado el pueblo?, al proyecto burgués del balneario y a la autogestión de las autoridades elegidas. La consecuencia del proyecto hará que la gente viva esclava de la temporada y paupérrima en los meses restantes y la de los políticos, cautivizar a las personas de las dádivas municipal, y ayuntar a malevos, trepadores, defensores de gestiones etc., bueno, tal es la inercia a la que se ha abandonado el pueblo.
Instalado el patrón y el nuevo electo, la masa pulula en medio de estas dos condiciones, en otras palabras, entre estructura y superestructura, y sus respectivas calamidades, la amenaza desde el patrón y la arenga del funcionario.
Pero el patrón por lo general no moraliza, ni arenga, simplemente despide, por lo tanto, vayamos al siguiente escenario, a las arengas institucionales en el pueblo.
¿Qué es una arenga?, un discurso para exaltar y glutinar voluntades para un fin en común como son las arengas políticas, revolucionarias o castrenses.
Ahora, la arenga ¿busca una conducta o insertar valores?, si intenta exaltar los ánimos, entonces quiere meras conductas o si raya el tono racional argumentativo, pretende insertar valores, pero de una u otra forma, la arenga para que tenga éxito como tal, precisa de aquellos que la necesiten o requieran de ella.
Por ejemplo, reunión de personal de equis institución y alguien, también llamado equis que puede ser funcionario o inspector de cualquier establecimiento estatal, inicie su arenga moralizante acerca de la importancia del esfuerzo, del grupo, de los valores de la institución que los ha convocado etc., ahora, este individuo de la arenga jamás se puso a averiguar si estaba ante personas que querían una arenga y si él, -y esto e lo más importante-, era el sujeto moral para decirla.
Porque nada más patético que un inmoral arengando acerca de conductas y valores morales, ¡usted en el pueblo esta acostumbrado a esos, sabe de quienes hablamos!, bueno, más allá de estas nimiedades, de lejos se nota que estamos frente a un trepador y como tal, actuando desde su típico elefantismo.
Ahora bien, los otros instituyentes, la gente que viene desempeñándose en la función durante años, sabe lo que tiene que hacer y conoce aquellos que cumplen y no cumplen, conoce a los corruptos del sistema, bueno, aquellos se encuentra en la obligación de escucharlo a éste, que se ha arrojado para si el derecho de ser sujeto moralizante. ¿Recuerda usted los discurso pos-revolucionarios o doctrinarios donde los prisioneros estaban obligados a escuchar y asentir con aplausos en los países asiáticos?, bueno, tal desatino se reproduce en este ejemplo virtual.
Y si acudimos a otro ejemplo y otro espacio, cambio de autoridades municipales y también ¡nueva arenga!, o cambio de comisario y ¡lo mismo!
La pregunta es, ¿cómo resistir a la obligación que impone un sistema cuando ejercen sus funciones de autoridad trepadores y deleznables?, pues, resistir es decir no y ello tarde o temprano se traduce en acta, sanción, descuento, apercibimiento por esos mismos sujetos al cual uno les ha dicho no, ellos se mimetizan entre la telaraña tejida del sistema y sus prerrogativas simbólicas al encarnarse como instituidos, sistema que ha abstraído a sus personas, esto significa, ¡no importa cómo son ustedes sólo cumplan con su función!
Pero, a la hora de actuar, ellos lo hacen desde sus personalidades, desde lo que ellos consideran importante, pertinente y a los que se deberá sufrir años tras años, padeciendo lo que el sistema ha abstraído, la condición de sus personas deleznables, trepadoras y cuan cáncer, haberse instalado en el aparato institucional.
Como ratas se hallan trepados en la verticalidad institucional y desde ahí, ejercen la condición del si mismo como criterio de su acción.
Ahora, si desde la comodidad de un sueldo, una imagen a mantener y perteneciente a la institución, con compañeros posicionados como directivos, donde no se quiere llegar a una enemistad, en definitiva, si no se quieren perder ciertas comodidades o plantear lo inútil de rebelarse ante el sistema –aunque, no se trata del sistema sino del insoportable parapetado en el sistema-, nada cambiará.
Y para finalizar, aclarémoslo una vez más, la arenga tiene efecto por quien arenga y si los arengados ¡necesitan de tal arengar!, de lo contrario, de lo contrario cállese, ¿no sabe necio que provoca en lo íntimo en aquellos que hacen que lo escuchan el?, “….diota, idiota, hasta cuando seguirás idiota”.
Juan Oviedo.
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