Emergencias

Se trata de periodos de crisis tanto moral como ideológicos, donde tales presencias pueden interpretarse resistencias y de denuncia al malestar reinante de gobiernos de turno por tratar de instalar el pensamiento único o la inmoralidad en tales sociedades, así, la emergencia de cartoneros o de cínicos, piqueteros etc. implican presencias opositoras e intransigentes a la calamidad epocal de sus respectivas sociedades.

Por supuesto que también hay otro tipo de emergencias pero sin tanta pretensión de fondo como la aparecida aquí en Villa Gesell con la siguiente singularidad, tales presencias no se identifican con la autogestión sino con la figura del intendente, cuando, por ejemplo, se presentan diciendo “venimo a defender a Jorge o venimo a defender a Rodrigue”.

Fuerza de choque, primero se apela a la amenaza desde la simple presencia, amenazar significa postular algo en el futuro y provocar miedo, en este caso el miedo paralizante por el cual, las personas amenazadas, no hagan lo que pensaron hacer, no se trata de persuasión porque lo persuasivo implica lo discursivo aun con falaces razonamientos o apelar vervorrágico arengando, pero no, como toda fuerza de choque está allí para chocar, para atropellar, ¡que atropella?, derechos, fundamentos, diversidad y otras formas de pensar, y para tales fines, ellos no necesitan de la elocuencia, ni de la sutileza intelectual, ni de justificación moral alguna, sino de la cantidad y de la ceguera que toda fuerza impone.

Este emerger de choque e insistimos, no de la autogestión sino de la figura de Jorge o Rodrigue, cuenta con ciertas venias, no son controlados por fuerza policial porque suelen aparecer cuando ésta no está, no son desalojados cuando acuden al bastión partidario del deliberante y son aceptados como cordón en las puertas de la municipalidad, y la pregunta se impone, ¿quien serán los futuros atropellados? , todos aquellos que ataquen a Jorge o a Rodrigue, el mensaje es claro, si no quieren ser atropellados no se metan contra ellos o él.

Pero pusimos el ejemplo de la simple presencia, ¿y qué pasaría si la sola presencia no bastara?, golpes por doquier, ¿y qué pasaría si ello no fuera suficiente?, mayor violencia y la aparición de armas y en ellos, los primeros heridos y por supuestos, los posibles muertos también, e instancia fundamental para ver el carácter del pueblo. Porque, ¿alguien está dispuesto a inmolarse para que las cosas cambien?, o quizás ¿alguien está dispuesto a recibir una golpiza, a ser mutilado, herido o muerto por pensar distinto o manifestar en contra?, si el pueblo ha permitido este emerger, en el pueblo difícilmente haya personas de carácter como los tiene esa fuerza de choque, pues, el pueblo ha aceptado ser atropellado.

Atropello que no es de ahora sino desde hace bastante tiempo, donde lo único de importancia pasa por si hay temporada, entonces, eso otro, lo que atropella la fuerza de choque, no es importante ni merece mayor atención, o acaso, ¿quienes pusieron a Jorge o a Rodrigue, esos otros?, no, sino nosotro..

Juan Oviedo

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