Alpargatas

Anunciada esta prevención cabe consignar que las noticias que se amontonan en los medios de comunicación son como un torrentoso río de montaña que baja de los altos arrasando con cuanta idea, sentimiento, historia y programa pueda imaginarse.

Las idas y vueltas de los dichos de la dirigencia descolocan al más pintado.

Así sucede que el que hasta hace un rato era un adversario puede pasar a ser un compañero de ruta y viceversa no por acercamientos ideológicos sino por mera sumatoria de votos.

Un repaso rápido de memoria puede mostrarnos varios ejemplos de estas características, sin que nadie, salvo nosotros, se ruborice avergonzado.

El proceso de desintegración tuvo su primera etapa con la borratina de candidatos presidenciales que prudentemente se replegaron a escenarios menores para escapar de tropezones mayores.

Este panorama, que medido con criterios lógicos elementales serviría para clarificar el escenario, en realidad aquí actúa en sentido contrario.

Carentes de existencia real los Partidos Políticos, todos son rejuntes inestables surgidos de alquimias de dudosa existencia y flojedad de papeles.

En este campo debe distinguirse al oficialismo, que es desde su origen un heterogéneo agrupamiento de distintos que saben mostrarse iguales el domingo de las elecciones porque la vocación de poder los diferencia del resto.

Lo que va quedando de la oposición se muestra fragmentado y falto de presencia.

De todas formas, la fragmentación no sería lo peor, sino que más frustrante es el intento infantil de juntar lo que sea imaginando resultados de suma que no alcanzan para arrimar y mucho menos alcanzarían para gobernar.

El tríptico que en 2009 le ganó a Kirchner y Scioli, (Macri, Solá, de Narváez), se desintegró.

El Acuerdo Cívico y Social, (U.C.R., GEN, PS Y C.C.) va por el mismo camino.

Esta destrucción es consecuencia de la nueva construcción que dejará afuera al GEN, al PS y a la Coalición Cívica, que en verdad ya se había ido, para reemplazarlos por el candidato a Gobernador Peronista Francisco de Narváez.

Una visión sesgada de la política con minúsculas diría que es un paso adecuado.

Una visión profunda de la Política con mayúsculas dice que sin cimientos firmes de valores y principios no se puede construir edificio alguno.

Las contradicciones entre los dichos y los hechos sabrán ponerlos en su lugar y ya será tarde para arrepentirse.

Para colmo y por si esto no alcanzara, hay que agregar que las conversaciones públicas de radicales con de Narváez no son las únicas, aunque sí las más avanzadas y de las que solo falta el anuncio formal del acuerdo.

Junto con ellas pero en un plano apenas subterráneo viene lo de Macri.

Se trata del que hasta hace unos días era “el límite” y mágicamente saldrá de la galera transformado en un conejito blanco miembro del “amplio frente social demócrata de izquierda progresista”.

Como todo vale, esta columna invita a sus lectores a que jueguen un pesito en la quiniela electoral a favor de la fórmula presidencial Ricardo Alfonsín – Gabriela Michetti.

Si sale, no digan que no fueron avisados.

Todo puede pasar cuando muchos de los más destacados miembros de la dirigencia política son como las alpargatas, este calzado humilde que pisa desde siempre nuestras calles.

Cuando son nuevas, las alpargatas pueden usarse indistintamente en la izquierda o en la derecha.

Por la manera con que se mueven en el escenario, muchos personajes de la política son igual a ellas. Debe aclararse, en honor a quien le toque, que afortunadamente muchos no son todos, lo que significa que hay una reserva moral que une en su calidad humana a mujeres y hombres de todos los Partidos y en los que habrá que depositar las esperanzas de que mantengan viva la llama de la conducta austera, comprometida, honesta y respetuosa de sentimientos, principios y valores.

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