Verdadero, falso y falso, verdadero o el mentir del mentiroso

ya no se trata ni de tautología ni de falsedad sino de una mera y llana mentira cuando se pretende ocultar todo lo contrario.

Es común que muchísima gente al momento de escuchar algo que puede rayar lo falso, inmediatamente sostenga, ¡es mentira!, cuando en el fondo se trata de una genuina equivocación, por otro lado, muchos otros mienten sin necesidad de caer en lo falso, puesto que apelan al invento, a la fabula y por ello no compromete en nada a la verdad ni a la falsedad.

Un ejemplo de ello, emerge en la siguiente nota,"Rodríguez Erneta se refirió a las indisimulables obras públicas que quedaron a mitad de camino, sin poder concretarse a pesar de haber sido iniciadas en 2009 y con tiempos de ejecución menores a un año, por lo cual deberían haber sido inauguradas el año pasado.
El intendente justificó el retraso alegando que ex empleados municipales tomaron el Honorable Concejo Deliberante durante tres meses, a pesar que la toma se produjo en abril de 2008, un año antes del inicio de obras, y tan sólo duró cinco días por lo cual se postergó una sesión especial que pocos días después se concretó”.1

Ahora, entre lo falso y la mentira, y falso aquí no implica una conducta hipócrita sino en creer en algo cuando en el fondo puede tratarse de otra cosa, es típico de un error involuntario, como es la actual autogestión, implicó un error de aquellos independientes que lo votaron, pues se postulo como algo y no resultó ser como se postuló.

Sin embargo, lo del error es muy diferente a la mentira como expresión de un mentiroso, puesto que de ex profeso sabe de antemano que lo que dice o a lo que se refiere, no es algo real.

Nos hallamos con la falsedad y la mentira que enredan aspectos distintos de la realidad, que señalan o aluden a posiciones diferentes acerca de lo real, pues una pertenece al ámbito de lo ontológico (las cosas) y otra, al plano de lo moral (valores), no obstante, ambas posturas están mediadas por esa palabrita central y denominada como verdad y aquí, sólo quien se halle en posesión de esa verdad, podrá delimitar si algo es falso o que alguien simplemente mienta.

Cierre de listas en Villa Gesell, elecciones primarias en el país, emergencia de los candidatos geselinos y momento de las inevitables declaraciones, pero fundamentalmente, momento de las campañas de los diversos postulantes con sus correspondientes organizaciones partidarias.

Dos grandes bloques frente a frente, oficialismo y oposición, amplio abanico que reúne a lo más granado de la sociedad geselina en materia política, donde el rival a vencer será el oficialismo, y momentos de la emergencia de las campañas, acciones que buscan lograr adhesiones y convencimientos en aquellos electores independientes (pues, ya se cuenta con los cautivos), ciudadanos que han sabido escapar de la cautividad electoral, por el cual se deberán ejercer y apelar una serie de estrategia para persuadir a tales electores.

Y momento de recordar algo, ¿recuerda usted aquel viejo dicho que decía?, “usted puede hacer lo que quiera con los caníbales a la hora de castigarlos por caníbales, pero hay una la cosa que no puede hacer, y es comérselos”, bueno, eso traducido en la campaña, implica que la oposición bajo ningún motivo deberá reproducir lo que desean superar, vale decir, jamás podrá hacer campaña como lo hace y hará el oficialismo geselino.

Así, la principal estrategia opositora será diferenciarse de los modos de hacer campaña del oficialismo en cuestión, por ejemplo, si ellos prometen, lo principal será no prometer, si plantean el condicional del yo voy hacer, entonces, jamás platique acerca de condicionalidades, y si por ventura las capacidades oficialistas emergen por voluntad oficial, estos saturarán mediáticamente a la población en su necesidad compulsiva de hablar desde su nueva condición esclarecida, obligando al candidato opositor también a hablar, pero usted no hable sino escuche, al otro, al vecino, al necesitado, porque si el oficialismo lo necesita como voto, que ese vecino lo necesite a usted como candidato.

Tenga en claro que fácilmente el oficialismo al no mostrar capacidad de aprendizaje anulando el sentido de la experiencia, construirá una imagen de soberbia, se trata de aquel que lo sabe todo y desde esa soberbia ¡todo lo va a realizar!, por eso no escucha, sino que impone, dice y terminará en la señalada saturación mediática.

Por ello, a la hora de lo discursivo por parte de los candidatos opositores, si o si deben estar presente las inquietudes de esos vecinos, eso muestra el grado de interés por lo que pasa en la comunidad y demuestra una dosis de sensibilidad, fundamental para el darse cuenta de lo que ocurre en la gente, pero será esencial que a la hora de esa diferenciación con el oficialismo, que no se caiga ni en lo falso y ni en la mentira., siempre todos lo opositores deberán recordar a los caníbales.

A no ser que algunos opositores no lo sean tal, e aquí a la mentira, y no se distancien como entes del ente oficial, he aquí a la falsedad.

Y en este punto, entre tantos pseudos, usted deberá ser el esclarecido, para señalar y desenmascarar a tanto mentiroso y tanta falsedad instalada como verdad.

Juan Oviedo

1) Gesell al día, nota 29-06-2011

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