nos digan que ambas presencias impliquen diferentes finalidades.
El político estará allí con un carácter estratégico, ser visto de forma solidaria, ganar simpatías etc. como parte de su campaña electoral, cuya finalidad será traducir su imagen pública en positiva y lograr mayor caudal de votos, por el contrario, ese vecino asistirá desde el convencimiento fraterno de participar y no de mostrarse en tal manifestación, ¿qué gana?, nada, y esa es la diferencia, pues en ese tipo de interés, en el político siempre subyace el sentido de la ganancia, mientras que en el recíproco, el interés pase por otro lado.
Ahora, ¿y cual es el sentido de tal introducción?, que si usted ha prestado atención, habrá notado que a lo largo de estos años en la autogestión de Erneta, una serie de movilizaciones y protestas se llevaron a cabo en el pueblo, donde se propició una curiosa paradoja, que lo común entre ellos o integrantes que acompañaban en tales eventos, no se juntaron ni se unieron en un frente consensuado, jamás lograron juntarse ni hacer nada en común, vale decir, cada uno manifestó y fue por su lado, mostrando intereses distintos cuyo corolario nos muestra una triste ausencia, la falta de reciprocidad colectiva.
En el pueblo mandan los voluntarismos y las individualidades. Comerciantes, vecinos inseguros, ambientalistas, comercios clausurados y jóvenes desaparecidas, he aquí los ejes de tales manifestaciones, he aquí el colectivo desglosado en la particularidad, sin embargo, este hecho de manifestar tiene un significado inequívoco, que algo no funciona como debería funcionar, algo anormal se ha dado cita, algo que no hubiere o hubiese de ocurrir hubo de ocurrir, tales son los resortes de ese convocar, en otras palabras, las calamidades se han enseñoreado en el pueblo.
Pero vayamos a otra muestra, después de las primarias, los guarismos muestran desde el plano de lo formal, de lo matemático a dos posibles partidos ganadores, el FPV y el UDESO, vale decir, la presentación de los restantes candidatos implica un acto más cercano a la inutilidad que a una posibilidad concreta de un triunfo electoral, ¿cómo se justifican tales candidatos perdedores?, por el juego de la democracia, sin embargo, en tal juego entran los acuerdos y las alianzas, y el hecho de presentarse jamás podrá ocultar el verdadero sentido de tal presentación: el haber fracasado en el escenario de los pactos, los acuerdos y los consensos, por el cual habrán de terminar operando como lo hacen los otros manifestantes, cada uno por su lado.
¿Recuerdan la frase, divide y triunfarás?, tal prerrogativa tiene en cuenta el valor que significa toda unión nacida de previos acuerdos, aunque, totalmente innecesaria en el pueblo, donde las singularidades mandan, la impotencia, el llanto, el dolor, la calamidad, la vergüenza, que ha llevado a manifestar a la gente, centrados en el propio interés que la pena ha despertado, no hubo de trasmutarse en una cuota de reciprocidad entre las víctimas de un gobierno local y al que sin lugar a dudas, resultará reelecto.
Una lección está en el aire, pero sin amor para el saber y desde la ignorancia que se sabe, no habrá individuos que la aprendan.
Juan Oviedo
SiGesellnoticias