Existen muchas localidades con hábitat muy particulares que los argentinos desconocen y hasta podríamos asegurar que muchos habitantes no saben que existen, ni como subsisten en Chacay, Huarruca, Anecón Chico, Las Mellizas, Los Juncos, Comallo y el paraje Coquelén, solo por nombrar unos pocas de la Región Nor Patagónica
En todos esos lugares sobreviven miles de familias una prolongada sequía de cuatro años y que actualmente se encuentran en estado de abandono, a los cuales la ceniza del complejo volcánico Puyehue-Caulle, agravó la situación ya que su único capital unas pocas ovejas o cabras se están muriendo y no pueden hacer nada. Dicen los pequeños productores rurales “urgentemente necesitamos una suplementación de alimento, pero hasta ahora no ha llegado”.
El acceso a los parajes, comunidades y reservas suele ser difícil en invierno y en algunos casos quedan incomunicados durante varios meses, carecen de servicio de transporte y el medio de movilidad habitual es el caballo. Carecen de equipamiento social, cultural o recreativo y de fuentes de trabajo.
La única actividad económica es la cría de lanares y caprinos, Existe una mínima producción ganadera y se la puede llamar casi de subsistencia dada la poca cantidad de animales que poseen. La falta de alambrados produce la pérdida de animales y el robo de los mismos y no permite un seguimiento de las majadas para un mejoramiento de la misma.
Cuando la disponibilidad de agua y el clima lo permiten, las familias desarrollan pequeñas huertas para el consumo personal. Por otro lado los pobladores se ven obligados a acarrear agua en baldes hasta sus viviendas y en los meses de verano los arroyos prácticamente se secan, dificultando notablemente el abastecimiento a la población y las aguadas son insuficientes (muchas de ellas se encuentran secas), para satisfacer a los animales.
Dada la dificultad de acceso al mercado para vender su producción, dependen de los intermediarios locales, que a la vez fijan los precios de los productos, con las negativas implicancia obvias.
Muchos de estos parajes se encuentran dentro de la estepa-desértica, presentando los mayores índices de necesidades básicas insatisfechas.
Para ver la realidad un equipo de Canal Seis de Bariloche estuvo en el paraje Coquelén donde la ceniza ha causado estragos en los campos de los pequeños productores de la zona y grabó el siguiente video “Tras la ceniza el abandono”
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