Vaya como ejemplo la siguiente anécdota que surge cuando me crucé con el Gerente del Meliá Paco Benito y entre el intercambio de palabras me dice “Me gustaría estar en traje de baño como usted”, (en el momento de sacarme una foto con él) pero claro, para que yo pudiera disfrutar en traje de baño en ese lugar, previamente se necesitaba de su competente supervisar para que todo funcionare bien.
Ahora, ¿qué queremos señalar con eso que el servicio adquiera un nombre propio?, cuando en el Bufett nos atiende el amigo Abel junto a Pedro, cuando en la cocina de la plancha está Eldis y en la zona de la repostería se halla Carlos o si nos trasladamos al Playón Playa, allí nos atiende Arlent, Isvan, Michel y Mayelin, por supuesto, sin olvidar jamás a estos dos grande animadores como Galloska (amante de Hemingway) y Jimi, y ya situados en la noche gustar de la presencia de esos competente y profesionales bailarines como son Gleibys, Lianet y Boris, donde una de esas noche tuvimos el honor de compartir una cena con Gleibys y Boris, actitudes que nos señalan esos nombres propios.
Como la presencia de Fidel encargado del gimnasio donde supimos intercambiar pareceres (hable con Fidel) y a nuestros dos guardavidas en la playa, Ale y el famoso Roky, por supuesto cómo no mencionar en el bar Las Orquídeas la presencia de Wilmer, Roberto y Luis Enrique y a Alfredo el encargado del Frigo bar en las habitaciones, bueno, a eso nos referimos cuando el servicio adquiere nombre propio.
Sr. Paco Benito y el autor de la nota
Y respecto a tales nombre propios una particularidad prontamente se destaca, que son muy diferentes a los que se esta acostumbrado y ello es así por la singularidad de mezclar diferentes nombres como práctica materna y tanto paterna.
Cabe destacar que en los cayos no hay población autóctona por el cual su personal debe trasladarse de localidades que se hallan a más de 100 kilómetros de allí y viaje que deben realizar todo los días, así, estos simpáticos, cariñosos y profesionales nos prestan un servicio humanizado en el Meliá Cayo Guillermo, y que a la hora del repetir el destino, el concepto de fidelización no alcanza a consignar en su totalidad, porque habla del repetir y jamás menciona el nombre propio que hay detrás de cada servicio y máximo responsable de tal repetir.
Es como que la frase del memorable José Martí hubiere calado fondo en la idiosincrasia del cubano cuando sentencia que el “El deber debe cumplirse sencilla y naturalmente”, frase escrita en un paredón y que se la puede apreciar apenas se sale del aeropuerto de La Habana porque se halla enfrente del mismo.
Sí, Meliá Cayo Guillermo o servicio humanizado, gracias…….
Juan Oviedo
SiGesellnoticias