y un faro custodiado por la presencia de una mistica sirena.
El autor de tamaña obra es Claudio Gomez, que nacio en Ramos Mejia, esta radicado en Gesell desde el 2006, y llegó como muchos en busqueda de otros aires.
“Me recomendo una amiga, yo habia hecho unos dibujos en su local, y cuando estaba en la pintureria, se entero de casualidad que el dueño estaba buscando a alguien para hacer unos dibujos, algo diferente, para hacer más vistosa la pintureria”, recuerda
Su consepto de arte es muy personal y lo llava consigo en cada especto de de su vida: “El arte es todo, es respirar, es caminar, es plasmar o no. Es todo lo visibel y lo invisible. Hacer un mural es arte, pero que alguien te sonria también es arte. La mirada es un arte y en eso podemos reconocernos, contactarnos entre los mamiferos.”
“Mi forma es improvisar sobre una idea, crear y tambien aceptar las ideas de los demás para incorporarlo, una recomendación, un detalle, un pensamiento del otro me esta diciendo: "quiero a travez tuyo plasmar lo que imagino". Es una forma de participar y a la vez de confiar en mi.”
“No tengo bocetos ni esquemas, a las obras les doy un punto final, pero en realidad no tienen fin, por eso no tengo obras mias, porque las modifico y asi cambio, y las vuelvo a modificar. Te doy un ejemplo: Mario (el dueño de la pintureria Lu Bella) un dia me dijo: ¿no te gustaria que el cuadro choree por la verda? Y me negaba a hacerlo, y un dia lo hice y me encantó, quedo buenisimo eso no estaba en mis esquemas.”, cuenta.
En un alto en su obra cotinúa con su relato: “tambien trabajo la arcilla el barro, arena, tallo madera y piedra, pero con estos elementos tengo una relación especial. Para construir algo le pido permiso a la tierra, al universo, a Díos. Es algo interior que no lo puedo explicar. Ese pensamiento tal vez sea iluso o romantico pero a mi me sirve y simpre lo aplique”
“Solo hago una pieza y si se rompe así quedo, así lo quizo a naturalza y por ende es única. El hecho de modifiacr a travez de la prueba y el error no me ciera. Porque si para hacer una silla tendría que cortar cien arboles hasta encontrar la correcta, o rompiera mil piedras en la practica de una estatua, no me sentiria conforme. Pienso que el tema con estos materiales y uno mismo es encontrar el momento justo, armonico ente el elemento y la persona. Esperar hasta que la emoción y a intuición digan, al tomar una madera : “puedo hacer algo con ella”.
Como última pincelada el artista nos deja, como al pasar, una visión del entorno en que vivimos: “no reniego de la sociedad, desde que naci vivo en ella y es lo que conozco, no hecho culpas, ni critico, solo expreso mi relación con el arte y los elementos.Y es personal, intima y mía.”
Y allí quedó: pincel en mano… en su mundo de dibujos, con la ciudad, las aves, el muelle, el mar, el faro y su sirena. Coloreando, transformando, dando vida a las paredes.
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