Claro, las distinciones señaladas versan en el orden del conocimiento, y si nos situados en el presente y nos posicionamos en la realidad, entonces, podremos sostener que aquella controversia si o si se actualice, en especial, cuando esa realidad es la reflejada en los medios y aquí, una distinción a señalar, que el conocer dará paso al creer o no creer, acerca de lo que dicen tales medios.
Las cosas serán reemplazadas por la información desde ese lugar de privilegio que los medios han adquirido y sus productos, las noticias, utilizadas para posicionar una realidad cuyo trasfondo implique mera propaganda, ideología y valores simbólicos.
Por ello es que esa realidad a la que aluden los medios no son unívocos, y nada tiene que ver en tal equivocidad la condición subjetiva u objetiva de las personas como perspectiva de un estar en lo mundano sino que los dueños a los que pertenecen tales medios, oficialistas o independientes, habrán de instalar una realidad mediatizada según sus intereses y de allí lo no unívoco de toda realidad.
Desde una mirada dogmática sostener que los medios informan la verdad y desde una mirada escéptica considerar a los medios empresas hegemónicas, pero claro, puede existir el caso que los medios informen esa “verdad” y busquen “hegemonía”, hablamos de una mirada intermedia: crítica, y que habrá de concebir la no existencia de medios independientes porque en el fondo, todos implican empresas y sujetas a la ley del mercado, cuya vigencia nos hable de sus éxitos o por el contrario, contar con el beneficio del subsidio de la propaganda oficial.
A tales efectos nos puede llegar a ilustrar el concepto de aglutinado mediático como se puede inferir con la compra de Cristóbal López a C5N, Radio 10 y cuatro FM, por parte de este empresario y catalogado como kirchnerista, sin lugar a dudas hubo de adquirir altos niveles de audiencia cuyas líneas editoriales al ser adictas al Gobierno podrá hacerse eco de la publicidad estatal.
Por el otro lado, podemos considerar la otra cara de la composición mediática, la oposición y su feroz crítica al gobierno amparados en el concepto de disenso o de la opinión de las minorías, cuando se trata de medios que manejan a las mayores audiencias o sea, de empresas enfrentadas a la gestión vigente.
Creer o no creer en las noticias, reactualiza el viejo dilema de dogmáticos y escépticos acerca de lo que los medios enfatizan, ¿miente Clarín?, ¿es verdad todo planteo de 6.7.8?, sin lugar a dudas que desde una mirada crítica la sospecha de toda noticia como tendenciosa o el manipular de toda información, ser algo patente, como también entender la división de tales bandos de dogmáticos y escépticos, en sus islas informativas sin contacto entre sí, encerrados en la afirmación de la verdad o del no creer mediático. Ahora, ¿cómo se traducen tales oposiciones en la sociedad?
Los niños son dogmáticos cuando reciben una educación verdadera, los jóvenes en sus creencias lo son, incluso cuando se oponen a los valores de sus mayores y adoptan otra postura sin examinar ellos mismos el criterio de tal adopción y ni ¡qué decir de los seguidores y partidarios!, allí en el plano de lo político, éstos, suelen ser víctimas de intereses ajenos a ellos mismos, pero incorporados como propios.
Como contrapartida, tenemos al escéptico, para éstos nada es real, todo es mentira, no es posible una realidad que exprese genuinamente un sentido común, el ¡váyanse todos! un claro ejemplo, y en todo hecho exista un interés que no tiene nada que ver con él, por el cual nada se podrá edificar ni construir donde reina tal escepticismo.
Entonces, si los medios reinan es porque entre dogmáticos y escépticos la sociedad se halla, y posicionar a los medios como oficialistas o independientes, no quiten su función de fondo, constructores de lo real.
La implicancia de fondo ante tales hechos nos muestren a una ciudadanía que ha extraviado el sentido mismo de lo real por quedar subsumido a tales conglomerados mediáticos, y que a los fines de filtrar toda realidad, no hayan diferencias entre unos y otros, pues estamos frente a empresas desde la mercancía de la noticia.
Por lo tanto, juzgarlas como más importantes o menos importantes por ser oficialistas u opositores, es continuar bajo su hipnosis informativa, pivotando en ellas y colaborar en su posicionamiento como constructoras de lo real.
Por ello, el llamado a la condición crítica, de krinos (distinguir) ser esencial, por el cual será preciso no aceptar la opinión mediática como verdadera, aunque, no rechazar el decir ajeno, pero no ser vocero de nadie anulando a todo servicial repetir, pero una pregunta debe ser respondida, si una sociedad se halla entre dogmáticos y escépticos, ¿de donde habrá de emerger eso crítico?, quizás de cualquier lugar, pero jamás, en el estado actual de la condición mediática en la República Argentina.
Juan Oviedo
SiGesellnoticias