Como para demostrar que la ley física de aceleración en la caída es una verdad tan sólida como la ley de gravedad, la Presidenta de la República ha sido protagonista de un aporte exquisito para confirmar el análisis.
En la Casa de Gobierno, en oportunidad de presentar un programa anunciado como de lucha contra la violencia en el fútbol, la Sra. Fernández se despachó con una clase maestra de lo que tradicionalmente habita en los tablones futboleros. He aquí citas textuales de su conferencia que, como no podía ser de otra manera, todos pudimos disfrutar por TV:
“yo no quiero hablar de barrabravas, porque soy hija de una hincha, fanática como es mi vieja, se agarraba al alambre así y se sigue agarrando al alambre; fui esposa de un fanático también de Racing y soy madre de un hincha fanático, así que yo quiero hablar solamente con el corazón y desprovista de todos los intereses espurios que muchas veces se mezclan en estas cosas, entremezclados con la política".
"(...) cuando se arman bardos no se arman solamente bardos en la «popu», se arman también bardos en la platea. Yo he visto agarrarse a piñas en la platea entre gente, inclusive, del mismo club porque tienen diferencias con respecto a la jugada del árbitro, a lo que opinan del técnico, a lo que opinan del fútbol".
"Así que creo que hacer un reduccionismo de creer que solamente un grupo identificado puede generar un clima de violencia generalizada, lo hemos visto cuando hay una mala jugada. Lo que tenemos que lograr sí es que los réferis cobren bien, siempre uno tiene una mirada sesgada cuando es hincha (...)"
"Y la verdad que cuando hay bombeada la gente se indigna y hasta el más pintado, el más educado por ahí se manda un macanón. Por eso creo que... Ya veo mañana el titular de Clarín: «Cristina defendió a los barra bravas”
“Querría también pedirles en este 60 aniversario del paso a la inmortalidad de Eva Perón que este próximo campeonato se llame «Campeonato Eva Perón» y que la copa... ¿Cómo se va a llamar, a ver, adivinen, a ver si son vivos? No nena. me mato, vos qué querés, que mañana me fusilen en los diarios, es amor lo tuyo, yo lo entiendo, pero no, no, mañana me fusilan."Evita Capitana", muchachos, tiene que llamarse la copa, «Evita Capitana» porque además tiene que ver con la capitanía de los clubes, la capitanía de la Selección y la capitanía de la Argentina, por qué no, Evita capitana de la Argentina. Así que, vamos a hacer el campeonato Eva Perón y la copa «Evita Capitana»".
"(...) Esos tipos parados en la paravalanchas con las banderas que los cruzan así, arengando... Son una maravilla porque vos los ves realmente y después conozco a algunos, a ver si veo a alguno de Boca que conozco, no hoy no vino, pero hay uno de Boca que conozco, que ocupó una importante posición en el Estado nacional, no lo voy a decir, que es impecable y en los actos políticos, sobre todo cuando era más joven, ahora ya no tanto, ahora es más serio, pero en la cancha colgado del paravalancha y con la bandera, nunca mirando el partido, porque no miran el partido, arengan y arengan y arengan, la verdad mi respeto para todos ellos. Porque la verdad que sentir pasión por algo, sentir pasión por un club, es también, ¿sabés qué?, estar vivo. Los que no tienen pasión por nada, la verdad, que yo siempre desconfío de los que no tienen pasión por nada. Por algo hay que tener pasión, por la política, por el fútbol, por la literatura, por la educación, por la ciencia, por lo qué fuera. Pero esa gente que todo "se gual", a mí personalmente no me gusta; a mí me gusta mucho la gente pasional".
Esto fue dicho en la Casa de Gobierno por boca de la titular del Poder Ejecutivo.
Es cierto que la evolución de usos y costumbres hace bien en desacartonar los ámbitos oficiales, pero aquí estamos ante una notable involución doblemente dañina porque se la pretende hacer aparecer como etapa de la revolución.
Nadie puede oponerse a la crítica de los desapasionados que por nada actúan ni en nada participan.
Pero debe costarle mucho a una maestra comprometida con la Educación explicarle a sus alumnos la riqueza del idioma cuando la Presidenta le tira con “el bardo” el “se gual” del inmortal Minguito y declama las maravillas de los muchachos que no miran al partido y controlan y arengan a la tropa propia preparándola para el delito que viene.
Cuesta escuchar y cuesta creer.
¿No hay uno, tan solo uno, que se atreva a decirle que en la primera mitad de este año ya van 11 muertos en el fútbol?
El discurso da para mucho más.
Siempre aparece una expresión que bien podría entenderse como una variante del síndrome de Estocolmo que saca de estas cabecitas permanentes referencias militares que más se parecen a una concepción ideológica adoptada como propia lejos de las bravuconadas tardías que suelen mostrarse.
La capitana, el fusilamiento, el comando en jefe de la cadena del miedo, los soldados de Cristina no son casualidades.
Solo me resta esperar, en lo personal, que mi querido Racing se lleve a su vitrina la copa de campeón. Se llame como se llame.
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