Ahora, ¿podemos predicar acciones inerciales en la realidad política y cultural de un lugar?, si claro que si, en especial cuando se necesitan cambios, modificaciones en la conducción política o dirigencial de ese lugar y tales cambios no surgen ni aparecen donde la realidad continúe sin cambio alguno y el colectivo, tampoco provocar tal cambio, por el cual la política local, se realice inercialmente.
La condición inercial en las cosas físicas son entendibles porque no tienen voluntad, pero cuando hablamos de personas, grupos y colectivos, intentar explicar lo inercial en tales variables se trate de algo peliagudo sin más, sin embargo, a los fines de la presente nota intentaremos no de explicar sino explorar la condición inercial de la política partidaria en Villa Gesell y parapetada, continúe hoy día vigente.
Peronistas-radicales con sus respectivos candidatos entre uno y el otro partido, así, desde 1983 hasta el día de hoy, tales candidatos representan en el pueblo a los partidos mayoritarios, partidos naturalizados y enquistados en el lugar como expresión de una presencia política que debe gobernar, con una cantidad de afiliados, partidarios y o militantes, figuras concretas en cada periodo electoral pero distantes después de realizadas las pertinentes elecciones, que pone en tela de juicio el sentido del verdadero dirigente, que debe estar presente durante los 365 días del año con la gente del pueblo y sus necesidades y no sólo aparecer en cada periodo electoral.
Y la inercia del pueblo encontrarse allí, en las cabezas de los partidos cuya legitimidad consistió a ser votados mayoritariamente en las correspondientes internas y de la reedición de tales hechos que les permite mantenerse por largos años en tales funciones, sin embargo, desde la mirada electoral no partidaria, un perdedor que sigue perdiendo, ¿qué alternativa puede ser?
Claro, el argumento de tal perdedor pueda versar acerca del actual mandatario en el pueblo, éste, de eterno vencido ¡al fin puedo alzarse con la victoria!, vale decir que en el pueblo mandan, paradojalmente ¡¡los perdedores!!
Tales aspectos posicionan como nunca el efecto que deseamos señalar de lo inercial, porque la victoria del entonces perdedor, también fue parte del efecto de un gobierno vencido ante una administración votada también inercialmente, por el cual desde la inexistencia de dirigentes y políticos verdaderos, encontramos la causa que la inercia fuera ganando protagonismo en las decisiones políticas en el lugar y de continúar vigente, lo será porque aquellas inexistencias que la posibilitan, se conservan sin más.
Los candidatos para el 2013, hoy, ya los podemos vislumbrar de antemano, por el cual no se perciba una tercera posición o una tercera posibilidad para tal fecha, ¡posibilidad que ya debe salir hoy a la palestra para no ser sospechada de electoralista! y ser cómplice de lo que se debe terminar, de lo contrario, una vez más habrá ganado la inercia y perpetuar los males que hoy día aquejan al pueblo, ¿cuales son esos males?, momento de su intervención amable lector, porque ¡también usted debe reaccionar!
Juan Oviedo
SiGesellnoticias