La misa fue presidida por el obispo diosesano de Mar del Plata Monseñor Antonio Marino, acompañado del Obispo Auxiliar de Santiago del Estero, Monseñor Ariel Torrado Moscón y el Párroco local Gabriel Mestre.
La escalinata de la puerta principal de la iglesia Inmaculada Concepción fue utilizada como altar, y sobre la calle una multitud de jovenes no dejaban de saltar, aplaudir y cantar.
Un respetuoso silencio colmo el aire, y Monseñor Antonio Marino dirigio su mensaje a todos los jovenes presentes: “En estos días ustedes han estado reunidos, para reflexionar, para cantar, para rezar, para expresar su alegria y dar testimonio, han estado reunidos para reafirmar su fé”
“Ayer hemos renovado las promesas del día del bautismo, y ustedes afirmaban con tono vibrante -“si, estamos dispuestos”-, a permanecer en la verdad, en el camino que nos indico jesucristo. Estamos dispuesto a dar testimonio, primero con el ejemplo de la vida”
“Que la luz que ustedes han descubrierto, quede dentro, se interiorice, se haga entraña, se haga convicción, mentalidad y se traduzca en sus actos” remarco Marino.
Las palabras del obispo motivarón aplausos y más aplausos, bajo el cantico de: ¡¡“Esta es la barra, la barra de Monseñor”!!
Pudimos rescatar algunos testimonios de los chicos que estubierón participando del encuentro: Sofia de Necochea nos conto algunas de las actividades de las que participo: “estuvimos misionando, en la capilla Copacabana, en el comedor de Monte Rincon y visitamos Arco Iris, la pasamos muy bien”
Florencia y Maru de Mar del Plata nos contarón que: “ repartimos unos folleto de la iglesia por distintos barrios, visitamos la Iglesia de Caácupe, hicimos la peregrinación por la playa, que es hermosa, la pasamos barbaro, la gente de Gesell nos trato muy bien”
Lucia de Loberia, con una leve disfónia nos pudo contar que: “la pasamos fantastico, no nos queremos ir más. Me quede disfónica de tanto gritar, los esperamos a todos el proximo año en Loberia.
Los micros esperaban estacionados a un costado de la iglesia, la misa termino y la tarde comenzo a caer despacio, los pasajeros comenzarón a subir a los veiculos, para volve a sus destinos mientras cantaban: No nos vamos nada!!!.; y en verdad, nadie quería irse.
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