Diego, ¿cómo te definirías?
Como artista visual, trabajar con la imagen desde lo que me pasa con el entorno, en el entorno y con los demás, porque sobre todo pasa por ahí. Compartir esto que me pasa, y por ello trabajo con la imagen, desde esa idea de compartir y plasmo la imagen a través de la fotografía o de objetos que trabajo con textos, con objetos encontrados etc., esta modalidad de trabajo la vengo realizando desde el año 2000 más o menos.
Recuerdo que me inicio en esto del expresar en un principio con la poesía porque primero, me interesó mucho la literatura pues mi formación, pasa por ahí en cierta forma pero después, me fui acercando cada ves más a lo visual, y esa poesía, ese texto se fue transformando más en idea, en concepto trabajado desde lo visual.
¿Qué llega más, la letra, lo visual, la imagen?
Estamos en una época en que lo visual es lo más inmediato y es lo que cuesta menos leer, porque se trata de una lectura inmediata la visual.
El problema de esa lectura, ¿no es la decodificación?
Si, es un problema eso, por eso trato de zanjar ese problema desde la convivencia con el otro, encontrarme en el otro para que ese otro me pueda entender y yo, pueda entender al otro.
¿Cómo esta Villa Gesell en tus trabajos?
Villa Gesell está presente en lo cotidiano, desde los últimos siete años está plasmada en mi obra esa cuestión cotidiana, por ejemplo, trabajo mucho en relación al tiempo y al espacio, de ahí que hago bastantes referencias al verano con un proyecto que se llama Temporal, otro hace referencia al invierno y el ciclo continua, para no terminar en un círculo vicioso y lograr un proceso espiral.
¿Lo tuyo, lo expones, lo mostras?
Por ahora no estoy exponiendo pero también es porque estoy como en un momento de transición como que venia trabajando con determinadas imágenes, objetos, o ideas más enfocados en relación al tiempo y últimamente, estoy más enfocado trabajando con el espacio, entonces, por esta relación con el espacio que tengo desde mi obra, la tengo también en lo cotidiano. En un momento va a cerrar todo y voy a tener para compartir, si bien la introspección es importante, sería imposible sin el contacto con el otro.
¿Qué detona en vos ese otro?
Bueno, tengo un proyecto que se llama, Autorretrato en tercera persona y con ese proyecto se define esto del detonar, lo que hago es fotografiar o registrar al otro en situaciones mías, por eso el título de autorretrato en tercera persona. Por ejemplo, un señor con salvavidas a los costados y la malla media caída, con gorrita tipo piluso me hace acordar a mí, aunque, no tenga mi edad ni mi estilo de vida, ahí, en el otro me encuentro conmigo. Tengo una idea hasta que me encuentro con un montón de fotos de este tipo, fotos que las hacía en ese momento generalmente en la playa, mientras trabajaba en la playa o a la noche, en medio de la temporada o en cualquier momento del día, me encontraba con esas situaciones, las fotografiaba y a medida que las iba encontrando les daba forma.
¿Tu herramienta principal es la cámara fotográfica?
Si es así, de lo contrario me gusta realizar instalaciones, hacer intervenciones, tomar un espacio e intervenirlo. Por ejemplo, hace un par de años participé de la semana del Arte Contemporáneo que se hace en Mar del Plata interviniendo en dos vidrieras, en una de las vidrieras trabaje un proyecto llamado Consumo Popular donde trabajé con Barbies. Barbies sin cabeza, desnudas -de las Barbies baratas-, en una boutique para mujeres de talles especiales, y puse pósters a modo de pósters publicitarios con trabajos míos de estos autorretratos en tercera persona, entonces, era interesante cuando el otro se encontraba con esa vidriera llena de Barbies, colgadas por todos lados, sin cabezas, desnudas y había un metro que recorría toda la vidriera, un metro que en lugar de los números tenía letras y esas letra formaban la frase, “todo depende en la medida de que te preocupe”, estaban estos póster con la mallas medias caídas etc., después con Consumarte donde había fotos de las Barbies posando en un estudio fotográfico medio bizarro.
En otro momento intervine una vidriera de una boutique para mujeres con maniquíes blancos, agujereados, con textos que decían “completamente” y a modo de productos para la venta, había bolsitas tipos ziplox selladas al vacío y en su interior la palabra “hora” y un reloj con agujas que decían “Son mis ojos que quieren ver todo y no ven nada” y todo el piso de la vidriera llena de cubos de telgopor de seis centímetros con las letras de la palabra “hora”, había un juego de dados y cuando lo tiraban, siempre salía la palabra “hora”, bueno, eso es intervenir una vidriera y en ello, me gusta trabajar con la esencia, con la función del lugar.
¿Esto podrías haberlo hecho acá en Villa Gesell?
No, en Villa Gesell hice una exposición llamada Consumo Popular en las oficinas de GESATEL hace ya un año y medio o dos, que eran fotos del proyecto consumo popular, hay unas fotos de Miguel Da Fonseca y para el que no es de Villa Gesell, es un adiestrador de perro con un fondo blanco, la foto se llama Al maestro con cariño, pero ¡es el perro que lo está mirando con cariño!, el que no es de Gesell hará una lectura y el que lo es, hace una primera lectura que tiene que ver con lo cotidiano, con Miguel que se lo cruza a cada rato y lo ve con un perro, y después llega la otra lectura, la que tiene que ver con descontextualizar una persona realizando su trabajo en una foto tipo catálogo.
¿Cómo ves el arte geselino?
Muy bien, a nivel de artistas hay muy buenos, hablamos de artistas visuales como Noelia Candia, Mariel Galarza, Silvina Russo, Elga Boto, Liliana Chernicof, Celicia Boado, toda esa gente está trabajando y produciendo mucho en Villa Gesell. Liliana, Elga, Mariel y Silvina están trabajando con el Encuentro de las Artes justamente el sábado 3 es la séptima edición, eso es en Mar Azul en 47 y Necochea, el sábado a partir de las 10 y 30 de la mañana, es una instalación que se hace en el bosque, se llama Mensajes en el Viento y son todas telas de un 1.50 por .40 realizadas por artistas de Villa Gesell, de Buenos Aires, incluso han mandado de otros países, y otras provincias.
¿La movida artística es fuerte en Mar Azul?
Si, sobre todo por estas personas que realizan este encuentro todos los años, Liliana tiene La Banda que es un lugar de arte y diseño, donde se encuentras objetos y piezas e artistas de acá y de otros lugares, además de su obra.
Juan Oviedo