El Ventanal, mucho más que un café literario

Un poco de historia

Seguramente no resulta sorprendente que Marcelo haya abierto un local como El Ventanal ya que creció rodeado de libros, convirtiéndose en un lector precoz. Es que, por un lado, su padre era dueño de una librería papelería ubicada en la calle Hipólito Yrigoyen al 800, en la ciudad de Buenos Aires desde 1950, y, por el otro, un gran aficionado de la lectura. Esta pasión literaria transmitida a Marcelo, hizo que muchos años después, exactamente en 1985, él mismo pusiera una librería en el Palacio Vera de la Avenida de Mayo especializada en libros antiguos, agotados y primeras ediciones. La misma contaba con un gran ventanal el cual sirvió para nombrar al que, trece años después, sería su lugar en el mundo.

El año 1998 fue el momento en que todo comenzó. Marcelo y los suyos pasaban desde 1990 sus vacaciones en Villa Gesell y ansiaban colocar allí una librería para las temporadas de verano. No encontraban local que los convenciese hasta que dieron con un chalet, uno de los primeros construidos en la ciudad, ubicado en pleno centro, donde tiempo atrás había funcionado el correo geselino. No dudaron en que éste era el sitio perfecto para concretar su sueño, bautizado El Ventanal. Pasaron dos años y los Di Luciano decidieron dejar la ciudad porteña y trasladarse definitivamente al balneario costero, si bien Marcelo seguía viajando todas las semanas para atender la sucursal de Avenida de Mayo. Como El Ventanal contaba con grandes dimensiones, hubo suficiente lugar para exponer la colección de antiguos útiles escolares que tenía la familia. Luego, por sugerencia de sus clientes de siempre, la librería fue dando paso al café literario. “La gente me decía que le gustaría leer tomando un cafecito y fue así que pusimos una simple pero linda cafetería atendida por mis hijos”, cuenta Marcelo.

Hasta aquí El Ventanal era una concurrida librería y café literario, en el que nunca faltaba el jazz ni la música clásica para sonorizar el ambiente. Pero eso no sería por mucho tiempo. Comenzaron a llegar diversos artistas pidiendo espacio para cantar, exponer sus cuadros, bailar. Esto fue el pie para un nuevo cambio. “Sobre todo gracias al impulso de mi amigo Eduardo Anguita y Paule Decrop, armamos un Centro Cultural donde durante el año dimos clases de teatro, música, plástica, ajedrez, etc., inaugurado con la presencia de los escritores Juan Forn, Guillermo Saccomanno, Bonnie Favelis, entre otros”, comenta Marcelo. Fue sede del primer Festival de Jazz organizado en la Villa así como de un ciclo de narradores orales que continúa hasta la actualidad. Además de albergar a todo tipo de artistas, comenzó a ser punto de encuentro para ambientalistas que protegían las playas, filósofos, psicólogos y maestros. “Desde ahí organizamos la contra cumbre cuando vino Bush a Mar del Plata”, agrega a la vez que refiere a El Ventanal como “un espacio generador de pensamiento y arte con libertad y solidaridad”.

A medida que se sumaban actividades a la ahora librería, café literario y centro cultural, sus límites se fueron expandiendo. Se abrieron varias paredes del chalet para dar lugar a nuevos espacios a la vez que se construyó un jardín a modo de escenario para obras teatrales, de títeres y espectáculos musicales. Era tal la fuerza que este espacio geselino había adquirido que Marcelo decidió cerrar su librería de Buenos Aires para dedicarse plenamente a él.

Pero llegó el año 2011, y con él, el cierre del local por orden de la Municipalidad de Villa Gesell. “Sorpresivamente nos clausuraron por una deuda de impuestos municipales. Durante años cedimos nuestro espacio a la municipalidad para los talleres de la Casa de la Cultura y entendíamos que de esa manera compensábamos los impuestos, las otras tasas municipales estaban pagas”. Aunque hubo reiteradas manifestaciones de apoyo no fue posible levantar la clausura ni hacer frente al alquiler. Se resolvió crear la Asociación Cultural Geselina El Ventanal, conformada por actores, músicos, bailarines, escritores, pintores, escultores, artesanos, profesores y ambientalistas con el fin de gestionar colectivamente el espacio ahora situado en Avenida 3 entre paseo 119 y 120. Cuenta Marcelo que el camino a transitar no fue ni es fácil pero que “con alegría, trabajo, solidaridad y arte entre todos se puede”. De hecho, pruebas de que El Ventanal está más activo que nunca son “Cuentos en el aire”, el primer festival de Narradores de Villa Gesell llevado a cabo el último invierno, así como la temporada de verano 2013 que incluye a músicos como Botafogo, Pedro Reñé, Roberto Farinola, Diego Carrascal, Annie Taron y a numerosos artistas locales.

El Ventanal es hoy mucho más que un café literario, se transformó en un espacio donde la cultura y el arte están más vivos que nunca.

Colaboracion de Inés Moguillanes Febrero, 2013.

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