El maquillaje y la elegancia han sido creados por la necesidad de alguien cuando debe mostrarse, la apariencia es el eje de tales útiles, porque los maquillados se hallan en el ámbito de las miradas y deben lucir distintos sin dejar de ser ellos, por eso las máscaras queden fuera de este concurso, pues ellas ocultan y los candidatos quedarían privados de su publicidad e inhabilitados para ese escenario del mostrase y no ser reconocido en el escenario de lo público.
Por ello, la pregunta por cómo serian en la privacidad de cada bunker sin maquillaje alguno, sin cámaras ni micrófonos esos elegantes y esos maquillados candidatos, sin esa necesidad de mostrarse, no puede faltar, la pregunta se yergue desde la sospecha de un hiato presente en cada candidato, y afirma que eso que ellos muestran, es algo que en el fondo no son.
¿Y qué muestran?, sensibilidad, interés, capacidad, idoneidad, sentido común, y si ello fuera así, a lo largo de tantas décadas de democracia ejercidas en el pueblo, éste tendría otro perfil otra condición distinta a la presente del todos contra todos, de la demonización del que piensa distinto, bah, del que piensa, del pendular partidario que nos señala que no es posible la renovación ante los mismos nombres enquistados en distintas siglas que no pueden disimular el arcaísmo instalado.
Por eso la sospecha de ese aparecer, ese mostrarse y que en el fondo no puede mostrar lo que se es para ejercer de condición pública, algo que no puede ser contenido desde el circo mediático y los spot publicitarios, pero un lector atento pueda considerar que si es así, entonces, eso justificaría el útil del maquillaje de los candidatos porque se deben hacer conocer y presentar ante el electorado.
Y decimos que no, que tales presencias no pueden surgir justamente en el periodo electoral, sino antes, durante y después de lo electoral porque las necesidades que vive el pueblo en su generalidad, no pueden esperar a ser aludidas sólo en época electoral, decimos aludidas y no resueltas ante el carácter estructural de la recesión instalada a lo largo de todos los pueblos costeros.
Pero lo peor es caer en el maquillaje estando en pleno gobierno, aquí el maquillaje se torna máscara porque si apela a tal estrategia, es porque busca ocultar algo que no supo hacer bien, y en busca de perpetuidad apele al personalismo, a la figura, a la imagen del jefe comunal como lo supo hacer aquella lejana administración….y como tal, caer.
¿Adivinación, petulancia?, si todo se reitera y todo se repite………………
Juan Oviedo
SiGesellnoticias