La fundación nació junto con el primer transplante en Mar del Plata: el 27 de noviembre de 2011. Y Prometeo - por el dios griego al que Zeus castigo atándolo en el Caucazo y haciendo que un águila le comiera el hígado, pero como era inmortal el hígado se reconstituida todos los días - también es la sigla del Programa Medico de Transplantes de órganos.
Junto con Prometeo nació la Fundación, es mas el director medico y el vicedirector del programa son el presidente y el vicepresidente de la fundación junto con otros médicos y vecinos que empezamos con este proyecto para poder ayudar a los transplantados y a su familia.
Prometeo es un programa que desprende el Hospital Italiano como una forma de descentralizar, fue muy difícil acondicionar el espacio dentro de la clínica Pueyrredón para realizar los transplantes hepáticos, pero se logro Los Dres. Diego Fernandez y Ricardo Bracco son los fundadores del programa actualmete Director y Vicedirector medico respectivamente y se formaron en el Hospital Italiano. Ya se han realizado 14 transplantes y tenemos en lista 3 en este momento.
Según confiaron a Si Gesell, la misión de la fundación se centra en tres ejes: la primera y principal es la de poder ayudar al paciente transplantado que no tiene cobertura social. Los médicos trabajan en una clínica privada que es la que aloja al programa, también atienden a gente que no tiene cobertura social, a través de la cobertura que le da el estado. El paciente requiere tres instancias de asistencia la previa, la cirugía y la post cirugía, eso implica trasladarse al centro de atención, dejar su familia, su trabajo y muchos no pueden costear los gastos de alojamiento y medicación, la Fundación busca colaboración de la sociedad para palear estas necesidades.
Cuentan con un banco de medicamentos para quienes no los pueden adquirir y para lo que tienen cobertura se les proporciona hasta que las obras sociales les entreguen las dosis y ellos puedan devolverlas.
El segundo pilar es la concientización, la desmitificación del proceso de donación, la gente teme dejar de ser asistida por ser donante o el temor al robo de órganos, lo que es realmente imposible. La ablación de requiere de entre 70 y 150 personas en el proceso y una coordinación muy aceitada para que no se pierdan los órganos en el mismo proceso.
La legislatura argentina es muy transparente en esto. Hay un score donde los pacientes son monitoreados periódicamente y cuando aparece el donante la información llega al Incucai desde donde se evalúa los posibles receptores. Cada órgano tiene un tiempo diferente de vida el hígado por ejemplo tiene 6 horas y en ese tiempo se retira el órgano se pone en transito y se transplanta al receptor. Si estos procesos no son muy bien articulados el órgano se pierde.
”Nosotros no solo difundimos sino que también capacitamos voluntarios para charlas y tareas de concientización”, aseguran.
La tercera es al ser una Fundación sin fines de lucro dependemos de la cooperación de la sociedad y con los voluntarios buscamos la ayuda asociándose con una cuota mínima (desde $20).
”En estos momentos estamos tratando de concretar un hogar de transito para los pacientes y sus familias porque no todos pueden acceder a un alojamiento que reúna las condiciones que necesita el transplantado para poder realizar la recuperación. Y los requisitos son muy estrictos. La fundición tiene como un sueño dentro de sus objetivos conseguir el hogar y facilitar así la estadía de los pacientes dentro de nuestra área. De los 14 transplantes que se realizaron solo 3 son pacientes de Mar del Plata los demás son de la zona. Uno de los transplantados es el Intendente de coronel Vidal”, aseveraron.
El programa Prometeo brinda la oportunidad de estar mas cerca de los afectos del paciente transplantado, ”no es lo mismo viajar 100km que 400 y la cercanía permite la periodicidad de visitas de amigos y familiares. El contacto cotidiano con los afectos es muy importante. Al igual que el tratamiento psicológico post quirúrgico, en este momento trabajamos para que los psicólogos se capaciten para atender a personas que han recibido un órgano. Todo tiene un costo y la Fundición trata de cubrirlo con el apoyo de los socios y las donaciones”, señalaron.
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A Villa Gesell se acercaron Alejandra Gripaldi, estudiante de medicina de la Universidad FASTA, colaboradora de la fundacion, quien asiste a las cirugias para adquirir experiencia pero sin participar de las mismas. Espera hacer su especialización en cirugia y formar parte del equipo de Prometeo.
También estuvo Maricarmen Berdeja, medico mexicana desde hace dos años vive en Argentina y esta revalidando su titulo. Es colaboradora de la Fundacion; y Cristina Dalquie es la tesorea de la Fundacion y madre del doctor Diego Fernandez director medico de Prometeo.
SiGesellnoticias