1. Lavar la fruta y si se trata de piezas grandes, pelarlas y trocearlas, quitándoles el carozo. Para congelar al natural forrar una bandeja con papel manteca y extender encima las frutas sin amontonarlas.
2. Congelar la fruta en la bandeja y luego pasarla a los recipientes donde se va a conservar. Pueden ser rígidos con tapa o simplemente bolsas plásticas. Luego de envasados etiquetarlos poniendo el contenido, la fecha y si se quiere el peso.
3. Si el envase elegido son bolsas plásticas se deberá sacar todo el aire posible antes de cerrarlas.
4. Para descongelar la fruta solo hay que extenderla en una bandeja evitando que se aplaste con el peso.
5. Otro método fácil y rápido, consiste en poner capas de azúcar y fruta en los envases, en este caso siempre rígidos.
6. Se terminará siempre con una capa de azúcar, tapar y etiquetar
7. Algunas frutas quedan mejor congeladas en almíbar. Para ello preparar un almíbar con 450gr de azúcar por litro de agua y dejarlo enfriar. Pelar y trocear la fruta, distribuirla en envases rígidos, cubrirla con el almíbar frio, sin llenarlo ya que los líquidos se expanden al congelarse, tapar, etiquetar y congelar.
8. La fruta así congelada puede comerse sola como si fuera fresca con el almíbar o sin él.
Las únicas frutas que no se prestan bien para congelar son las granadas y las bananas.
Liliana Garegnani
SiGesellnoticias