¿Qué nos dice la historia acerca de este lugar?, que originalmente las tierras donde se levanta la presente institución educativa pertenecía al señor Gentilini, visionario y pionero de la colonización de Misiones, oriundo de Azul, Provincia de Buenos Aires, a la postre cedería sus campos al Estado para que en ellos se hiciera una escuela agrícola, voluntad que comenzaría a gestarse el 18 de septiembre de 1925 cuando la congregación salesiana se hizo cargo de las tierras. Así, en la mañana del 23 de febrero de 1927, llegarán a San José el P. Juan Bautista Guerra acompañado por tres hermanos coadjutores que, luego de celebrar la Santa Misa en el pueblo, se dirigen a la estancia "El Saturno", donde fundarán la escuela, que comenzaría a funcionar como tal en mayo de 1931 con 6 alumnos.
Ahora ¿qué podemos decir del camping Gentilini?, que se trata de un espacio acogedor y familiar, para el descanso y el relax, con una pileta natural lograda por el encausamiento del arroyo San José que nutre de agua a la pileta.. El camping mezcla frondosidad vegetal y espacio rural, con servicios consistentes en: parrillas, quinchos, baños, duchas, una proveeduría y una amplia cancha de futbol y de vóley, y a ellos, agregarle la cordialidad y el esmero de aquellos que atienden este pequeño complejo.
Con un cielo diáfano, limpio, provista por una lluvia reparadora, el día no podía ser el mejor para disfrutar del lugar y las instalaciones del mencionado camping, así, entre el ruido de los chapuzones, el chi, chi, chi de las chicharras, el humo del inminente asado, el jolgorio de las voces de niños, el canto de alguna ave destacándose sobre otra, constituyen la atmósfera natural de esa naturaleza presente que hace del camping, una mezcla de rústico y apacible lugar e impregnado de verde, espacialidad abierta y presencia del paisaje misionero.
Mención aparte merece su pileta natural, con una extensión entre 50 y 60 metros de largo y unos 20 o 30 metros de ancho, se torna la atracción principal del camping, dividida según profundidad, con trampolines varios y una suerte de glorieta con su pertinente trampolín, hacen de la delicia de niños, jóvenes y adultos, llama la atención un camino de madera que va en medio de la pileta, allí una construcción con una palmera en su centro es una suerte de punto de reunión para lanzarse al agua y realizar piruetas de todas clases. Como señalamos, el arroyo provee de agua y un desnivel hace que esa agua circule, permitiendo que la misma no se estanque proveyendo frescura y nivel en la pileta.
Con una entrada más que accesible por persona (quince pesos) se adquiere el derecho a utilizar todas sus instalaciones, como también una pequeña bonificación por coche (diez pesos), donde se puede acceder a las comodidades y servicios que en la localidad de San José el camping Gentilini ofrece.
Precedido por una historia de pujanza, esfuerzo, estudio y paz, naturaleza y cultura convergen o en otras palabras, un vínculo ente el ser y su estar en su volver a suceder.
Juan Oviedo
SiGesellnoticias