Pero no son esas solo las razones del proyecto de la represa en Panambí, pues en una nota2 acerca de por qué se debe hacerse tal obra, la misma es justificada en términos de crecimiento para la región y como ejemplo del mismo se utilizaría en esa primera etapa materiales provistos por empresas locales (de Santo Tomé, Virasoro, Apóstoles, Posadas), se trata que los insumos utilizados surjan de la región, le sigue la generación de puestos de trabajo, ya que si se considera que en plena construcción de Garabí (sin considerar Panambí) se pueden generar entre 3000 y 5000 puestos de trabajo, la alternativa laboral sería notable, algo que no abarcaría solamente a gente de localidades vecinas sino a gente de toda la Región., se trata de generar una posibilidad a una mano de obra compuesta en su generalidad por jóvenes y trabajadores menos especializados.
Desde el punto de vista ambiental una hidroeléctrica es menos perjudicial tanto a nivel local como a nivel global en comparación con una térmica, y si bien todo progreso a veces implica algunas molestias e inconvenientes, éstas son transitorias ante la condición intrínseca de todo progreso pues motoriza el avance. Destacamos que hemos rescatado lo medular del presente texto citado.
Ahora, vayamos a la contraparte de la cuestión, el NO a las represas3, las represas grandes son un perjuicio para el ambiente porque inundan ecosistemas valiosos, desestabilizan el hábitat de la vida silvestre y obstruyen las trayectorias de diversas especies, también las familias de las localidades sufren al ser expulsadas o desalojadas a la fuerza por las represas y pierden sus valiosas tierras agrícolas, fuentes de agua o sus áreas de pesca tradicional. Son los grupos más vulnerables, como los indígenas, los afro descendientes y los campesinos pobres, los que más lo padecen.
Luego del Informe de la Comisión Mundial de Represas (CMR) en el año 2000, quedó claro que las represas son un mecanismo sucio de energía, el 30 % de los peces de agua dulce del mundo se han extinguido por las represas; el 60% de las mayores cuencas del planeta ya han sido represadas. Manglares, bosques y otros ecosistemas han desaparecidos por causa de estos megaproyectos.
Insistimos, las represas provocan cambio climático por varias razones. Por un lado miles de hectáreas quedan inundadas bajo el agua. En el caso de Panambi y Garabi (dos por una) quedarían alrededor de 40.000 hectáreas solo del lado argentino.
Y algo para recalcar, ya que el artículo 6 de la Ley Provincial aprobada por unanimidad dice, textualmente:”Para la realización de emprendimientos hidroeléctricos y represas se requiere la participación previa del pueblo de la provincia de Misiones, a través del mecanismo de plebiscito obligatorio, vinculante e irrenunciable, y cuyos efectos duran mientras las condiciones particulares e históricas que dieron motivo a la decisión del plebiscito perduren.” Agregando, antes de desarrollar el artículo 7, que “La Cámara de Representantes establece por Ley la necesidad de plebiscito y el Poder Ejecutivo convoca al acto plebiscitario”, bueno, tal plebiscito se realizaría recién en el 2015.
¿De qué se trata todo esto?, de oposiciones entre crecimiento y desarrollo, entre lo económico y lo social, la ganancia (negocio empresarial) y sus efectos colaterales (la gente), quede instalado una vez más, o mejor dicho, que tal oposición adquiera espacio mediático no nos debe engañar, porque se trata de una permanente tensión entre dos tipo de habitantes, los ricos y poderosos de la estructura apoyados por la superestructura, y los otros habitantes en la figura de campesinos, trabajadores, indígenas, pobres y proletarios.
Se trata de esa presencia constante presente en toda sociedad y por lo general banalizada en pequeñas noticias y tergiversaciones mediáticas, porque el cabal perfil de lo señalado implique un conflicto de clases y por lo tanto de una permanente LUCHA, entre aquellos que lo tienen todo y quieren más, de aquellos que tienen muy pero muy poco, acaso la tierra, la vida, el lugar, el paisaje, y al que se les quieren quitar, sustraer.
Para ello se crea el términos de “beneficios que aporta el crecimiento”, que los incluye solo desde el relato y los discursos mediáticos, porque en el fondo, ese llegar a ser, estar y hacer, la potencialidad que deparara todo futuro, se eleva sobre un presente destructor y como la virtual alienación de las comunidades costeras si fueran despojadas de su lugar y quitados su estilo de vida y ocultando tales hechos bajo el concepto de relocalización.
Nuestra tercera entrega será el consignar gráficamente una voz de aquel lugar donde pende la espada de Damocles llamada represa.
Juan Oviedo
1.- Según una nota aparecida en Misiones on line del Sr. Miguel Schmalkol titulada El déficit energético, 3-1-2014.
2.- Nota aparecida en Misiones on line del Sr. Antonio Barrios titulada, Garabí-Panambí:; una obra imprescindible, el 17-6-2013.
3.- Nota en www,ecoportal.net, por Raúl Aramendy titulada, ¿Qué importancia pueden tener los impactos ambientales de Garabi y Panambi?, 24-2-2012
SiGesellnoticias