También, la memoria, implique expresión de una acción cognoscitiva, como es recordar textos, frases, autores, una obra etc. algo que el individuo asimilo porque represento algo para él, la pregunta es ¿puede haber memoria por fuera de las intenciones e intereses de los sujetos?, y respondemos que si la memoria es respuesta a lo intencional e interés de todo individuo, como variables de una subjetividad en juego, difícilmente exista memoria porque la realidad que alude, sólo será un collage contextual de una realidad de la que no se participo ni se intereso.
Pero ¿la memoria colectiva, tiene las misma característica que la memoria individual?, por ejemplo ¿acaso es necesario pasar por la experiencia del campo de concentración de Auschwitz, para saber acerca del horror que significó?, no perder de vista ese hecho y su significado, implique el sentido de tal memoria mundializada, no obstante, lo que llevo a esos campos de concentración, ¡se encuentre hoy día vigente en el mundo!, no hablamos de los nazis, sino del poder económico, político y militar que desarticula democracias, determina modelos económicos, invade estados, y provoque desigualdad, hambre y pauperización mundial. La paradoja es clara, el recuerdo del hecho queda fijado como memoria y ésta, vela, tapa, el trasfondo presente que lo hubo de provocar.
En la relación hechos pasados y hechos vigentes, la memoria sólo desnude, muestre y señale, pero jamás pueda desarticular los centros del poder, entonces, ¿cuál es el sentido cabal de tales recuerdos?, y aquí asistir a una inversión, porque la memoria como mensajero se convierta ella misma en el mensaje, la memoria es lo importante y ello, implique ruptura con el presente, se utiliza al presente para asistir al pasado.
El Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia es el día en el que se conmemoran en la Argentina las muertes de civiles producidas por la última dictadura cívico-militar que gobernó el país.
Asistimos a un trabajo sistemático para la construcción de una memoria colectiva acerca de la última dictadura argentina que significó la muerte de muchos, siete mil desaparecidos, violaciones a los Derechos Humanos, colaboración de civiles, tortura etc., sin embargo, ¿todos los argentinos tuvieron el mismo sentido y concibieron el mismo significado por igual?, la experiencia de vivir la dictadura no implicó un sentido total de rechazo, repudio, y resistencia entre los habitantes argentinos de la misma forma, y no nos referimos a la parte cívica colaboracionista e involucrada con el golpe y el después de él, sino al colectivo en general, y la memoria colectiva implique ese esfuerzo constructor de cierta hegemonía, primero, dar un sentido unívoco y segundo, universalizarlo como un hecho que recordar.
Dos tipo de memoria acerca del 24 de marzo se hallen en disputa, es la memoria particular del hecho de aquella fecha y que en ese momento, tuvieron disposiciones subjetivas de indiferencia, del “no me importa”, el “yo argentino”, el “algo habrán hecho o por algo habrá sido”, y por el otro lado, la memoria colectiva que busca recordar para que no surjan más hechos de esa naturaleza, ni con gobiernos militares ni con gobiernos cívicos.
Sin embargo, una de las dos actitudes no será borrada, pues entre los que creen a ultranza acerca de la importancia del colectivo de la memoria, y los que asisten a estos hechos de talleres, charlas, proyecciones y shows musicales en la Casa de la Memoria, poesía, proyecciones de películas y documentales, en el marco del Mes de la Memoria por la Verdad y la Justicia en la República, estos últimos lo hagan como un acto más de la agenda política instalada, una fecha más del calendario y que no oculta la indiferencia de fondo ante tal celebrar, se trata de la apatía instalada del políticamente correcto, algo muy distinto de los involucrados en el golpe, los que lo hicieron y los que lo sufrieron luchando contra él.
Como afirmación retórica decimos que si la muerte hubiera sido el resultado de aquellos que se opusieron a la dictadura, ¡cómo explicamos la actual demografía?, o eran muy pocos o por el contrario, era mayor la indiferencia de vivir en democracia o no, en el fondo, la memoria colectiva acerca del 24 se yergue en fetiche sin proyección de futuro si no se existe un gobierno que instale como política de Estado, la destrucción de una vez y para siempre, a todos los intereses que hicieron posible aquel 24 de marzo de 1976 y hoy, presentes y vigentes como sociedad.
Porque no es el recuerdo lo que define a una sociedad, sino sus hechos y que no son por el 24 de marzo y hora, de que lo piense usted…….
Juan Oviedo
SiGesellnoticias