SiGesell: Juan, nuevamente una obra tuya aparece, después de algunos años sin publicar, si mal no recuerdo desde el 2002 hasta el 2009 estuviste publicando ininterrumpidamente, lo último tuyo fue “El Laberinto hacia Eros”, ahora, un nuevo título y que se las trae con “El amor y la pasión por Internet”, ¿cómo dio lugar esa obra tuya?
JO: Si es cierto, fueron varios años sin publicar y el eje de tematizar a Internet se fue acrecentando en la medida que uno fue notando que la red misma, comienza a estar presente en todos los órdenes de lo real y poco a poco ir invadiéndolo, entonces, de inicial espacio para la información, de trabajo etc., poco a poco comienza a mudar, así, de aquel original usuario mudar al internauta de hoy, y eso significa algo muy interesante, pues aquel inicial espacio comunicativo mudo en espacio existencial y se hizo de un no lugar ¡ a un lugar!, lugar de encuentros, de opinión, de creación y del ¡aquí y ahora!, a encontrarlo todo en el mismo instante en que se me ocurre o lo deseo.
SiGesell: Si, sin lugar a dudas pero todo lo que se dice y se expresa por la Web, así, como las personas que aparecen en esos lugares de encuentro, son tales cómo ellas se presentan ¿o hay algún tipo de disfraz, de distorsión?
JO: Lo que hay que entender es que lo virtual en primer lugar es un tipo de realidad distinta y diferente a la realidad concreta, por el cual si existen ciertas contravenciones a lo real, a la verdad o a lo que es, será algo más difícil de averiguar. Sin lugar a dudas que lo privado, lo oculto, el poder camuflarse, el ser otro al cual se es etc., implique una tentación a la hora de presentarse ante los otros y por esa distancia respecto a los referentes, es que lo que por ahí aparece como identidad, en el fondo, implique una condición imposible de verificar, la mediación de Internet colabore mucho en el disfraz y la distorsión.
No te olvides que lo virtual participa de una complejidad distinta a la complejidad de lo real concreto, por ejemplo, señalo a la nada como sustrato presente compartiendo con lo real el espacio de la red, la nada presente “que hace posible todo devenir”, algo que en lo real físico no participa, por lo que la complejidad de lo virtual desde esa nada, implique una primera condición al devenir virtualizado, tal como sucede la posibilidad del emerger del amor en un lugar, al que inicialmente, no fue construido para tal posibilidad ni experiencia.
SiGesell: ¿crees que cierto desencanto en lo mundano busque ser suplido por un nuevo encantamiento de través de Internet?
JO: Sin lugar a dudas que Internet representa un nuevo espacio de posibilidades abiertas, no condicionado a lo temporal ni a lo geográfico, y si lo definí como espacio existencial es ¡porque se tienen experiencias en la Web!, y el desencanto presente en lo real busque ser suplido por nuevas formas y medios hacia nuevos encantamientos, tal como de hecho sucede con las amistades, simpatías, confidencia que sucede a diario en la Web, entonces, ¿porqué el amor y la pasión no puedan nacer? y como tal, ejercerse desde la limitación que la mediación de la Web enreda.
SiGesell: Si, es cada vez más común saber de aquellas parejas formadas que se conocieron en lo virtual y citarse en el mundo concreto para terminar en un convivir, porque toda relación que pueda nacer por Internet, el paso inmediato, siguiente, sea sacarlo de allí y llevarlo al mundo de lo concreto, ¿no?
JO: Claro que sí, eso es lo positivo pero también debemos señalar que el ciberespacio es posibilidad abierta para el inicio de la trampa y la infidelidad, de aventuras, romances y flirteos nacidos a su vera, por ello, el mayor desafío consista que el afecto surgido en Internet, allí quede y desde allí se lo ejerza, y no por ello implique menos real que el afecto desplegado en lo real.
Es necesario, es preciso, volver a considerar y a pensar el sentido de muchas cosas, con este emerger en lo virtual, como el de la experiencia, el de los vínculos que nacen ahí, si son menos originales que los del mundo real, lo que se dice, lo que veo, lo que escucho, todo desde una simultaneidad en la que el mundo real no puede competir, porque no es simultaneo mientras que el virtual sí, por ello, lo que se instala definitivamente es el paradigma de lo complejo, porque ahí, transversalmente, tanto en lo profundo de lo real y de lo virtual, sitúe oposiciones, contradicciones, paradojas, ilusiones, disposiciones como aperturas en lo mundano y a las cuales, debemos estar atentos para no perder el tren de lo real y de lo virtual.
SiGesell: Gracias Juan.
JO:.. el agradecido soy yo ¡y hasta el próximo texto!
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