El crecimiento real no sirvió para montar una estructura sólida porque la obsesión populista distrajo tanto a la inversión cuanto a la producción, que fue reemplazada por políticas sociales que terminaron desalentando la cultura del trabajo y expulsando inversores.
Sólo así puede entenderse que luego de años de bonanza en la cotización de nuestra producción primaria tengamos hoy los mismos niveles de pobreza e indigencia, las mismas carencias de salud, seguridad y prestación educativa. La irrupción de la Señora aceleró el proceso y la falta del marido pareció debilitar aún más el sistema.
Hoy la economía camina por la banquina del relato y ejecuta un ajuste ortodoxo que revive las maniobras que fueron tantas veces criticadas.
Devaluación, inflación descontrolada, caída de reservas y aislamiento del Mundo conforman un coctel más propio de los conservadores que de los revolucionarios.
Por eso es que casi no causa sorpresa este último golpe asestado a la poesía ideológica recitada por el coro oficial como es el proyecto de ley que pretende ponerle freno a lo mismo que en principio alentaron y organizaron desde los despachos oficiales: los piquetes.
Calificar una protesta social como legítima o ilegítima no ha de ser fácil para nadie.
Pero para este grupo que mostró su arbitrariedad en todo y contra todos durante tanto tiempo, es absolutamente imposible.
¿Cómo no acordarse de Aníbal Fernández, uno de los presidenciables actuales cuando decía que “jamás hemos de judicializar la protesta social”?
¿Cómo olvidar que el Presidente Kirchner declaró “causa nacional” el bloqueo del puente internacional en Gualeguaychú?
No hay dudas que el pez muere por su boca, el mentiroso por sus dichos y el demagogo por sus actos.
Como la Presidenta parece haber ordenado a su grupo de tareas legislativas apurar el tratamiento y la sanción de la Ley, sería inteligente que la oposición brinde quórum y deje actuar a los legisladores peronistas.
Serviría primero para saber si el congreso sigue siendo la escribanía que no admite ni el cambio de una coma cuando el proyecto viene del Ejecutivo y luego, ver qué son capaces de hacer con la Ley en la mano. Ya hemos asistido a actitudes confusas donde opositores votaron inspirados en principios puros que trocaron luego en maniobras impuras, (Aerolíneas, YPF), como para no caer en reiteraciones en el error.
Algunos piquetes responden a causas que deben ser atendidas.
Otros, responden a provocaciones que también deben atenderse, pero por otras vías.
Que le den a este gobierno nacional, popular y revolucionario la posibilidad de hacerlo …
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