Si Gesell: Juan, para julio del 2014 se cumplen diez años de la aparición de ese texto tuyo titulado “Villa Gesell: fiesta, etnia y colectividad”, particularmente creo que es un tema interesante porque muestra a Villa Gesell, no desde la mirada del fundador sino desde la gente que fue haciendo este pueblo, me refiero a los inmigrantes.
Juan Oviedo: Si, efectivamente fue así, la idea nació porque todos los libros de la época acerca de Villa Gesell tenían como protagonista a la figura de Carlos Gesell, como que no había otra cosa que contar, entonces, ¡qué vas hacer!, ¿más de lo mismo?, claro que no, la historia del lugar cuenta con ciertos hitos, momentos, por ejemplo, la etapa forestadora y lo posterior a ella, que son las primeras construcciones, hay una diferencia de concepción notable y consistente con la quiebra de la idea original de las materias primas madereras y la aceptación de la creación de un balneario, algo viable ya que participaba de la idea general de aquella época con similares emprendimientos en la región como era Pinamar, La Costa, el fallido intento de Ostende etc.
SiG Ahora, ¿cómo se da este proceso migratorio en Villa Gesell?
Juan Oviedo: Nace ante el auge del proceso constructor de hoteles y casas de turista llamada segundas residencias, por lo cual se necesitaba mano de obra, ahora, al no existir residentes locales esa primera mano de obra vendría de localidades cercanas como Juancho, Macedo y General Madariaga, he aquí, entonces, las condiciones para esa primera oleada de inmigrantes en la figura de italianos y españoles, y con una división del trabajo desde la generalidad clara y notable, pues la construcción fue ejercida por los italianos mientras que los primeros negocios fue expresión de los españoles. Después, una vez hechas esas segundas residencia vendrán residentes de Europa central y por supuesto, de la nacionalidad de los padres del fundador, alemanes.
SiG: ¿En qué época comienzan las migraciones sudamericanas en la ciudad?
Juan Oviedo: En Villa Gesell podemos hablar a los finales de los años sesenta e iniciada por los paraguayos, posteriormente a comienzos de los setenta llegan las camadas bolivianas, uruguayas y chilenas pues la mano de obra que se necesitaba para la ciudad era notable, porque a principios de la década de los setenta se va articulando el perfil actual de la ciudad expandiéndose hacia el sur, por el cual el auge de la construcción era el boom en esta ciudad, hasta el punto que Villa Gesell llegó a ocupar el primer lugar en los índices de construcción a nivel nacional, eran épocas de bonanza y pleno crecimiento y que se abría de extender con la creación, en unos casos y la ampliación en otros, de barrios para esos nuevos residentes.
SiG: ¿Cual es el paso de la nacionalidad a la colectividad?
Juan Oviedo: Primero la nacionalidad era una suerte de reaseguro por si a uno individualmente le iba mal, pues ayudar al paisano se imponía, pero por supuesto, no implica colectividad, ésta es resultado de un transcurso en donde todo era trabajo y esfuerzo, sin embargo, las fechas patrias de esas nacionalidades, con su eventos y celebraciones, los comienza a integrar entre sí, posteriormente el reunirse para compartir, comentar o meros pasatiempos fueron los creadores de ciertos lazos que excedían a lo nacional, entonces, la colectividad o sea el grupos de individuos y familias identificados por criterios étnicos, credo religioso etc., implica y representa eso colectivo, más allá que puede estar avalado con personería jurídica o no, pero lo cierto es que toda colectividad implica una representación importante de lo social en el lugar, y presencia significativa para la propuesta, en especial, cuando se trata de lugares de pleno crecimiento donde todo está por hacerse mientras se va haciendo, tal como era la Villa Gesell de entonces.
SiG: La tapa del libro es sintomática, pues porta una foto de la que era llamada hace años atras “La fiesta de la Raza”, ¿cuáles fueron los motivos o las razones para la creación de tal evento en Gesell?
Juan Oviedo: En la década del sesenta, el mes de octubre era “el mes de los alquileres”, un mes en que los turistas de aquel tiempo venían a realizar sus reservas para la temporada, pero después no tenían nada que hacer, por ello a un grupo de personas del Club Deportivo Español se les ocurre la idea de realizar algún evento a modo de entretenimiento para los turistas, y para ello hubieron de aprovechar el día de la Hispanidad, con paella y baile nacional, así comenzó aquello hasta convertirse en lo que se celebra cada mes de octubre en esta comunidad, y denominada Semana de la diversidad cultural, un encuentro entre culturas con carácter nacional.
SiG: Para terminar Juan, tu libro, ¿crees que ha sido leído, comentado o aporto algo para la comunidad?
Juan Oviedo: No para nada, la mayoría de la gente desconoce a sus escritores locales, lo que escriben, hacen o cuando editan sus libros, no existe una cultura lectora y menos que menos local, tal ignorar cuenta con la complicidad de aquellos que trabajan como periodistas porque no difunden y de los políticos, si en especial se es escritor crítico, mientras, las escuelas ni sus aulas tampoco se nutran de esto local desde el punto de vista literario, histórico o ensayístico, es como que todo se pierde y el pueblo, se comporte como los tres monos sabios: no ven, no hablan, no oyen.
SiGGracias Juan por estas palabras.
Juan OviedoEl agradecido soy yo.
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