No fue por casualidad que tales calles fueran transitadas por Alejandro, por ejemplo sentarse en el paredón a lo largo del ACA local tiene una posición estratégica, para poder mirar, contemplar el paisaje urbano donde se mira y se es visto indistintamente.
Entonces, si se tiene el tiempo y la disposición a realizar tal experiencia en un hermoso día de sol, quizás todo observador pueda notar algunas particularidades.
En primer lugar, todos están haciendo algo, se trasladan a otros lugares algunos más rápidos otros no tanto, en segundo lugar, los coches más cercanos al último modelo, sus conductores, no prestan atención a quien sentado los miura pasar, por el contrario, si hay alguna atención ésta proviene de coches más en relación a trabajadores del ramo de la construcción, ellos sí dispensan una mirada más centrada y prolongada en la presencia de tal figura provocando la siguiente reflexión, de necesitar ayuda éstos últimos quizás la puedan proporcionar porque reparan en uno, los otros quizás sí, pero no es evidente que reparen en tal presencia y de ser así, disimulan su atención.
Ese hacer algo que implica todo trasladarse implique un sentido de pertenencia y éste otorgue cierta significación, fundamentalmente que “se es” y proyectar un significado directo para alguien, y al que incluimos a toda mediación institucional o desde el ejercido rol laboral, transitar la calle hacia un determinado lugar implica no quedar en la calle o en otras palabras, no tener adonde ir ni con quien estar y sin iguales de ninguna naturaleza, por lo cual sin contención y abierto a lo azaroso, al más crudo devenir encontrarse expuesto, pero un devenir mucho más mortal y terrorífico que el mero frio o calor.
El mirar, entonces, el pasar de gente, coches etc., es una elección suya, quizás el determinarse linyera, también lo sea, el problema reside cuando deciden acerca de usted y lo decidido atenta contra usted, tal como sucede en el ámbito político y que el actual intendente Barrera parece haber tomado nota, pues como escoba nueva se encuentra barriendo a funcionarios nombrados por aquel que quiso “refundar el pueblo” y que hubo de enfatizar acerca de “la mejor temporada de la historia”, apenas tres meses después de haber asumido su primer periodo de gobierno.
Tenga cuidado en esto de elegir, no vaya ser que termine convirtiéndose en linyera, no porque ser linyera esté mal, sino porque usted se convierta en algo que no elige, pues debe tener en cuenta que la cultura occidental hace tiempo nos lo viene advirtiendo, presentado como la panacea de nuestro problemas, en el fondo se transforma en el verdadero problema, metáforas como “el canto de las sirenas” y “caballo de Troya”, tienen su cuota de veracidad.
Es momento, si bien falta casi un año, que como Alejandro, comience a mirar para ver, entender y notar, quien repara en usted,¡ ya, ahora! y alejado de toda mentira electoral
Juan Oviedo
SiGesellnoticias