Uno de los mayores malentendidos es que la grasa engorda. Nuestra sociedad está obsesionada con productos bajos en grasa o sin grasa, pensando que son más saludables. Esto simplemente no es verdad.
La mayoría de los alimentos que están etiquetados como bajos en grasa o sin grasa son los alimentos procesados refinados en el que se ha sustituido la grasa con más azúcar. No es una buena opción. De hecho, muchas grasas son muy saludables, esenciales para nuestro bienestar, e incluso promover la pérdida de peso. Nuestro cuerpo necesita grasa para funcionar correctamente. Además vitaminas necesarias tales como la A, D, E y K, que son liposolubles, es decir, la única manera que tu cuerpo puede absorberlas es en la presencia de grasa.
Aquí están algunos tipos de grasas buenas que son ideales para incorporar en tu dieta. No sólo te sentirás mejor, pero estarás con menos hambre, y tu cuerpo no se sentirá privado.
Frutos Secos:
Los frutos secos son muy amigables dentro de las dietas y están cargados con gran cantidad de nutrientes impresionantes, grasas saludables y proteínas. Los frutos secos son una de las mejores fuentes de ácido alfa-lenolenic, un tipo de omega-3 saludable para el corazón. Los omega-3 ofrecen beneficios para la salud como la reducción del colesterol para la prevención de enfermedades.
También son ricos en L-argentina, un aminoácido que se ha demostrado que aumenta la función inmune, promociona la cicatrización de heridas, mejora la función de los vasos sanguíneos, y ayuda a controlarla enfermedad cardiovascular. Además, los frutos secos contienen fibra soluble y vitamina E. La fibra ayuda a bajar los niveles de colesterol y glucosa, mientras que la vitamina E es un poderoso antioxidante. La vitamina E es esencial para la función inmunológica adecuada, la piel sana, y la reparación del ADN. Algunos de los favoritos son las almendras, nueces y nueces de Brasil. Úsalos en batidos, barras nutritivas, ensaladas, frutas secas, o solos. Las Mantequillas de nueces son otra manera deliciosa de disfrutar de este alimento rico en nutrientes.
Aceite de Oliva:
El aceite de oliva es un aceite saludable sobre todo cuando no se cocina a temperaturas altas (si es posible no calentarlo mejor) se puede usar para saltear ligeramente, en ensaladas y aderezos para ensaladas. Este aceite es rico en fantásticas grasas mono insaturadas y antioxidantes como la clorofila, carotinoides y vitamina E. El aceite de oliva es ideal para reducir la presión arterial, la prevención del cáncer, la gestión de la diabetes, y la disminución de la gravedad del asma y la artritis. De hecho, incluido el aceite de oliva en tu dieta puede ayudarte a mantener un menor y saludable peso.
Aguacates:
Los aguacates son frutos fantásticos con muchos beneficios nutricionales. Son una excelente fuente degustación, un antioxidante potente que ayuda a limpiar y proteger su cuerpo de desintoxicación, eliminación de metales pesados, y la lucha contra los radicales libres. La glutación ayuda a mantener un sistema inmunológico saludable y retrasa el proceso de envejecimiento. Los aguacates son ricos en ácido fólico, que se ha demostrado que disminuye la incidencia de la enfermedad cardíaca y embolia. También son la mejor fuente en fruta de vitamina E, que protege contra muchas enfermedades y ayuda a mantener la salud en general. No sólo están los aguacates llenos de nutrientes, pero estudios han demostrado que ciertos nutrientes se absorben mejor cuando se come con un aguacate. Disfruta de un aguacate en un sándwich, una ensalada, o mezclar en un batido.
Aceite de coco:
Los productos de coco ofrecen una variedad de beneficios para la salud, y el aceite de coco es un aceite de gran uso para cocinar, o puede ser añadido a los batidos, cereales, y otros platos. El aceite de coco tiene propiedades antimicrobianas, antibacterianas y anti-cáncer. Mejora la digestión, la absorción de nutrientes y la salud intestinal. Proporciona beneficios cardiovasculares y ayuda a controlar la diabetes tipo 2. El aceite de coco promueve la salud renal y hepática y apoya el sistema inmunológico. También beneficia el metabolismo, la energía, y control de peso. El aceite de coco tuvo una mala reputación por mucho tiempo sobre todo porque está compuesto de grasa saturada, lo que nos sugiere que nos mantengamos alejados de él. Sin embargo, la grasa saturada en el aceite de coco es diferente a la d de los productos animales. Los ácidos grasos en el aceite de coco son triglicéridos de cadena media, que se metabolizan fácilmente y se utiliza como energía por el cuerpo. Las investigaciones sugieren que estos ácidos grasos pueden aumentar tu metabolismo, promover la pérdida de peso y aumentar el HDL, el colesterol bueno y protector en su cuerpo.
Semillas:
Las semillas, como los frutos secos, contienen una serie de propiedades saludables para el corazón. Ofrecen fibra beneficiosa, los omega-3 los ácidos grasos y proteínas. Las semillas promocionan la salud por su contenido en minerales tales como magnesio, selenio y zinc.
Algunas semillas grandes para incluir en tu dieta son las semillas de lino, semillas de chía, semillas de calabaza y semillas de girasol. Las semillas de Chía, en particular, se consideran muy beneficiosas debido a su perfil nutricional extremadamente alto. Son súper ricas en omega-3, incluso más que las semillas de lino. Además, se cargan con potentes antioxidantes, fibra, magnesio, fósforo, manganeso, cobre, hierro, zinc y. Las semillas se pueden disfrutar de muchas maneras. Son muy buenas en batidos, productos horneados, barras nutritivas, ensaladas, frutas secas, yogur y otros alimentos.
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