La burla se consumó sobre la hora y tendremos que elegir a esos Diputados en octubre.
Lo insólito es que el organismo internacional comenzará a funcionar en el 2020.
La Presidenta, que llega tarde a todas las fotos llegará primero a la Institución internacional.
La motiva la necesidad de contar con fueros que le eviten la inevitable actuación de la Justicia que cargará sobre su enriquecimiento, sobre sus sociedades con Lázaro Báez y su sorprendente habilidad de hotelera.
La escena de la última sesión del Senado de la Nación donde se votó la Ley del Parla sur fue patética.
El Peronismo alcanzó el quórum requerido, (37 Senadores), con la sorprendente presencia de Carlos Saúl Menem.
Pensar que cuando asumió el cargo el ex Presidente muerto cumplió con un rito propio de su ordinariez revolucionaria al momento del juramento del riojano.
Hoy su esposa, si fuera agradecida, tendría que acariciarlo a modo de agradecimiento.
Hay coincidencias que duelen pero enseñan.
Para que los más jóvenes los sepan, hay que contarles que sobre el final de la dictadura militar los dueños del Poder de aquella época sancionaron una Ley de Auto amnistía que el candidato peronista, Ítalo Argentino Luder se comprometió a respetar.
Ese candidato fue botado por el matrimonio Kirchner y todos los que hoy luchan desde las trincheras de Puerto Madero y Nordelta por la liberación, la soberanía y los DDHH.
Alfonsín, que ganó las elecciones, anunció desde antes de asumir que la auto amnistía no sería respetada.
La nota del 26 de octubre del año pasado decía que Alfonsín y Cafiero, para citar a uno de cada vereda, terminaron sus mandatos y volvieron a sus casas sin miedos.
Menem y la Presidenta, por el contrario, tienen y buscan fueros que les eviten castigos de la Justicia.
Podrán tenerlos, pero no han de alcanzarles para evitar el desprecio popular.
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