No se trata de opiniones interesadas de opositores ni comentarios mal intencionados de algún analista.
Se trata de acusaciones surgidas de miembros del Poder Judicial, con toda la seriedad que ello supone.
Resulta entonces que la dupla que nos gobierna figura en expedientes que se gestionan en Tribunales Penales en ejercicio de la norma de igualdad de todos los ciudadanos que establece la Constitución en su Art. 18°.
“Por primera vez en la Historia”, para seguir parafraseando a la Presidenta, el Fiscal Federal que llevó adelante la investigación del atentado a la AMIA y preparó la imputación del delito de encubrimiento a los autores iraníes por parte , según él, de la Presidenta, el Ministro de Relaciones Exteriores y Culto, el Diputado Secretario General de “la Cámpora”, el dirigente kirchnerista y aplaudidor de la primera fila Luis D ´Eíia, el Jefe de la organización terrorista “Quebracho” y otros más apareció muerto en su casa el día antes de su presentación en el Congreso para explicar los contenidos de sutrabajo.
No será fácil saber quién lo mató.
Quizás nunca lo sepamos con precisión porque es tanta la pérdida de confianza que se diga lo que se diga nadie lo creerá del todo.
Lo que sí resulta irrefutable que lo que mató a Nisman fue la investigación que llevó adelante.
El hecho policial quedará en manos de los profesionales de la investigación.
El hecho político es patrimonio de todos.
Por eso no hay que caer en la trampa que intenta montar el Gobierno adjudicando intenciones golpistas al reclamo de Verdad y Justicia.
Cuando Fernández, Capitanich y otros miembros del poder hablan del “golpe antidemocrático” están en verdad realizando un pedido desesperado de la salida que quisieran para, como otras veces antes, ponerse el vestido de víctimas y montar sobre sus lágrimas de cocodrilo la estrategia política de resurrección.
No hay golpe, porque no hay golpistas.
Sí hay sed de justicia y fin de la corrupción.
Por eso hay que cuidar al Gobierno para que se quede hasta el último día y puedan luego rendir cuentas por lo mal gastado.
Lo que asusta es la muerte política.
Ya hubo demasiados muertos en la Argentina, de uno y otro lado.
En la vereda de nuestro Concejo Deliberante hay tres baldosas en recuerdo de muertos por la última dictadura.
En la vereda de la Comisaría hay otra en recuerdo de un joven asesinado allí.
No queremos más baldosas.
Para ello hay que cambiar de estilo.
El 4 de julio del 2008 escribí una columna con el título “Ellos” en el que criticaba el vicio oficialista de dividir a la sociedad entre ellos y nosotros.
Nada ha cambiado transcurrido el tiempo.
Por el contrario, parece que el vicio se ha profundizado.
La Presidenta, con una frialdad pétrea, negó sus condolencias a la familia del Fiscal Nisman.
Ni un gesto, ni una mueca, ni una mano tendida o una mirada con un atisbo de humanidad.
Quieran o no, están terminando vestidos con la ropa que repudiaron.
Tienen un Jefe del Ejército acusado de represor y desaparecedor de personas en la dictadura.
Tienen una lista larga de miembros complicados en asuntos judiciales.
Tienen sus propios desaparecidos: Boudou, D ´Elía, Berni, a quienes se les ha ordenado la salida de escena.
Por eso el miércoles todos tenemos que ser “ellos” en la marcha que recordará al Fiscal muerto.
Es hora de decir basta, en silencio, en voz baja o como sea.
Basta a los agravios como los del balcón del Patio de las Palmeras cuando le dijo a los “pibes para la liberación” que”nosotros nos quedamos con la alegría y que ellos se queden con el silencio”.
El cadáver del Fiscal está tibio aún.
El alma de esta mujer está tan fría como siempre.
¡Nos vemos el miércoles!
NDREn Gesell, la convocatoria será desde las 19 e la Plaza Primera Junta, 3 y 104
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