El nombre parece acompañado por la desgracia: ya que el San Jorge I reemplazaba en la flota al San Jorge, que ya se habia hundido frente a las costas de Uruguay.
La embarcación siniestrada tiene 20,17 metros de eslora, 6,14 de manga, 3,15 de calado y estaba abocada a la captura de pez palo. Se presume que pudo haber tenido una falla en el mecanismo para levantar redes que, con carga importante, ocasionó una vuelta de campana.
Se descartan cuestiones de mareas y climáticas, ya que las condiciones de navegabilidad eran óptimas, con vientos no superiores a los 15 kilómetros por hora, según fuentes de Prefectura Naval.
Los tres sobrevivientes fueron rescatados de una balsa en medio de la cerrada noche por otro pesquero que operaba aen la zona.
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