Pero hay una nueva declaración conocida como "La Declaración de Ginebra", pues en septiembre de 1948, se adoptó una declaración formal, y fuera ratificada por el facultativo, en el momento de obtener el título profesional, así:
“Prometo solemnemente consagrar mi vida al servicio de la humanidad;
Otorgar a mis maestros el respeto y la gratitud que merecen;
Ejercer mi profesión dignamente y a conciencia;
Velar solícitamente, y ante todo, por la salud de mi paciente;
Guardar y respetar el secreto profesional;
Mantener incólume, por todos los medios a mi alcance, el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica;
Considerar como hermanos a mis colegas;
Hacer caso omiso de credos políticos y religiosos, nacionalidades, razas, rangos sociales y económicos, evitando que se interpongan entre mis servicios profesionales y mi paciente;
Mantener sumo respeto por la vida humana, desde el momento mismo de la concepción; y no utilizar -ni incluso por amenaza- mis conocimientos médicos para contravenir las leyes de la humanidad.
Solemne y espontáneamente, bajo mi palabra de honor, prometo cumplir lo antedicho”.
¿Qué tiene que ver este juramento y el hecho de cerrar una clínica que ha sabido ser un alivio a la cantidad desmesurada de gente que va diariamente al Hospital Municipal de Agudos Arturo Illia?, mucho, pues cuando la medicina forma parte de un negocio y como tal, queda justificado su cierre, y queda trunco el servicio que ofrece tal clínica, más allá de tratarse de algo esencial para la gente, muestra como nadie el efecto de lo privado en ámbitos donde debe reinar lo público. La salud de toda la población.
Estamos ante un tema candente, pues el Hospital al contar con un solo quirófano, no pasará mucho tiempo donde se superpongan pacientes en cirugía y en tales casos, ¿qué hacer?, mandar a la gente a Mar del Plata o quizás a Pinamar, con el riesgo que implica tal movimiento para la salud de esos pacientes.
Ahora, la cabeza del ejecutivo ¿no sabía de tal cierre, nadie dijo o comunicó nada?, y de haber sido comunicado, ¿cuál fue la respuesta de esa cabeza?, porque no deja de ser interesante la siguiente noticia aparecido en el periódico Sector Informativo el 21-3-15 donde “El intendente municipal, Gustavo Barrera, compartió un acto político con el ministro de Planificación Federal de la Nación, Julio De Vido. El encuentro se concretó en el marco de la inauguración del nuevo palacio comunal inteligente de Berazategui, provincia de Buenos Aires”.
Y a pura especulación pensar, se movió rápido el Intendente para tratar de resolver este tema candente, pues se puso en contacto con la persona indicada, el ministro De Vido, pues la gente, sus necesidades hospitalarias, de salud etc., son más importante que la limpieza de playas y bosques, (se iniciaron primero ahí) para después pasar a los barrios, construcción de terminal, el problema con Cevige etc., o quizás, nada de eso y esperar, porque no se sabe qué hacer.
¡Cuidado!, si su equipo no lo ha captado el problema, entonces, no podrá solucionarlo, y si no puede solucionarlo, no será jamás gobierno competente, justo, un poco antes de los meses donde se deciden las nuevas autoridades.
Juan Oviedo
SiGesellnoticias