La elección del nombre comercial de “Tarambana” fue elegida por sus dueñas (Pamela y Elizabeth, estudiantes finalizando sus carreras de Licenciatura en Turismo), lo sacaron de un diccionario porque buscaban un nombre diferente a los hosteles de la ciudad.
Hablamos con Belén una de las recepcionista y nos dijo “ el Hostel es mucho más personal que en los hoteles porque la gente se cruza, se pone a charlar, hablamos de clientes de todas las edades, jóvenes y no tan jóvenes, no hay problemas de entendimiento ni de trato, y de haber alguno, curiosamente es con los argentino y no con los extranjeros”, Belén estará un mes más, después de cambiar de trabajo que le otorgará más tiempo, por ser estudiante de Antropología tener más tiempo para sí, sea su más preciado tesoro, carrera que eligió después de abandonar la de economía, algo que la aburría mucho.
Cruzamos palabras con Mario, estudiante de abogacía, nos contó que hace poco había ido a ver al papa Francisco a Bolivia y a Paraguay, según él, en términos de infraestructura Bolivia era superior, pero en cuanto a calidez, los paraguayos fueron mucho más efusivos.
El desayuno es el momento para ver a otros viajantes, así, uno se entera que se está frente a dos instructores de canoa en su último día, ellos provienen de Buenos Aires capital, acompañados por Juan, que se encontraba tocando algunos acordes con la guitarra e instrumento al servicio de todos los presentes, él es un chico de la secundaria, ¿de dónde saco esas canciones que tocaba, cuando las escucho en su niñez?, son preguntas que pertenecen al potencial.
¡Y de pronto!, militantes de IZQUIERDA de tendencia trotskista……se trata de Agustina, Selma y Pedro, excelentes jóvenes que tras su ideal se encuentran en Posadas militando.
Es el momento de detenernos en Andrés, se trata es un joven que le gusta viajar, la experiencia de viajar para él forma parte de realidad heracliteana donde el movimiento y el tiempo se vinculan entre sí, para él, uno de sus valores es el de la amistad como algo muy importante, entonces, hubo de preguntarle a otro residente del Hostel ¿sos viajero vos?, que plantea una forma de vida nada convencional, una aventura permanente abierto a la experiencia y a los encuentro con otros, la vida como viaje y espacio a lo incierto que el hombre contemporáneo ha terminado por anular. Dos chicas marplatenses inicien su check in, una es estudiante de diseño industrial y otra, con un inminente comienzo de la carrera de Psicología, sus nombres son Yamila y Kili y su periplo en Misiones será Jardín América y acampar, después Puerto Iguazú, pero siempre atentas a lo que les recomiende la ruta.
Latinoamérica será representada por dos jóvenes peruanos, hablamos de Miguel y Mario, Mario es comunicador, trabaja con la imagen y medio de expresión, según su definición, mientras que Miguel vive en E.E.U.U. y hace su doctorado en Literatura, por supuesto, no podían faltar dos amigos brasileros camino a distintos lugares de Misiones.
Cierta energía se encuentra en cada joven y adquiera la forma de inquietudes y de sueños, junto a ideales personales y sociales, donde la vida dice presente, entonces, se entrecruzan, se yuxtaponen, se vinculan entre sí, en la fugacidad de un momento entre el desayuno y la partida, tal ser el espíritu que reina en “Tarambana”, un Hostel que hace del encuentro un servicio entre viajeros de diferentes consciencias y con algo en común, la de viajar para vivir entre el misterio de lo nuevo y la contingencia sublime que pueda deparar lo azaroso.
Como oposición, la apatía, el abandono, pereza e inercia impliquen estados de desinterés y falta de motivación o entusiasmo como estados normales que habitan en jóvenes de otros contextos, con conductas de indiferencia ante cualquier estímulo educativo, laboral, político y cultural, entonces, el Hostel emerge espacio catalizador de jóvenes que refractan notablemente a la desidia de la mentalidad instalada, que revelan como anormal lo que sociedades costeras han aceptado como normal.
Juan Oviedo
SiGesellnoticias