La pregunta surge rauda, de haber ejercido en la esfera propia lo mismo que realizaba en la vereda ajena, como el mostrar, señalar, debatir posturas etc., el haber aportado una cuota de crítica de que algo no se estaba haciendo bien, ¿no hubiera colaborado a que el oficialismo de entonces no perdiera por esa magra suma de 700.000 mil votos?, en otras palabras, la mirada de 6,7,8 careció del ángulo de la mirada hacia adentro.
El subtítulo del programa es interesante “Crítica al poder real”, si el poder real siempre estuvo en la oposición, entonces, el gobierno saliente no estaba en posición de un poder real, sino ficticio por el cual 12 años de administración no fueron suficiente para configurar un poder y luchar contra ese otro poder, o quizás, tal lucha y su pertinente triunfo en el fondo sea una ficción montada porque al poder ¡sólo lo vence otro poder más fuerte! algo que ningún gobierno podrá efectivamente sin lograr intra (alianzas internas) y extra (alianzas externas) pertinentes.
Si el poder está delimitado en alguien concreto como pueden ser ciertos apellidos, entonces, se debe luchar en forma concreta con el poder que se dispone, pero si no tengo poder, el denunciarlo, hacerlo público, señalarlo como mi enemigo, en el fondo muestra que no poseo más herramientas que las discursivas, ¡palabras versus hechos del poder real!, tal como lo muestra la siguiente situación. Se cuenta que Stalin iba a realizar una operación y uno de sus dirigidos le comenta –Señor, al Vaticano le puede molestar y no estar de acuerdo-
A lo que Stalin respondió -¿Cuántos tanques tiene el Vaticano?-
En el fondo, la mirada ejercida hacia afuera sin mirarse a sí mismo como pudo suceder en el programa 6,7,8 hubo de colaborar indirectamente con la elección del presente Presidente, paradojalmente siempre se termina por posicionar al enemigo que al acecho, espera por los errores , porque en el fondo Macri, no fue elegido por ser tal sino que se trato siempre de Scioli, no electo por representar una continuidad y el hartazgo que ello implicaba.
Sin lugar a dudas que vamos camino a un nuevo hartazgo, ya hay decisiones del flamante Presidente un tanto alarmantes como si fuera el dueño de la República, por lo tanto será momento de ir construyendo un nuevo poder cuyo objetivo implique el triunfo en las próximas elecciones y derrotar en las urnas a los infatuados de turno, porque la ceguera comienza ahí, en cada éxito.
Juan Oviedo
SiGesellnoticias