El mentiroso, más allá de perder credibilidad paradojalmente carga con esa verdad a cuestas y que busca ocultar, aunque, tras ejercicio hermenéutico se pueden inferir esas verdades que intenta tapar, ahora, si lo que decimos sea una práctica constitutiva de un gobierno, quienes gobiernen equivocadamente necesariamente deberán mentir a diario.
¿Qué sucede cuando las mentiras no alcanzan a tapar o cubrir las equivocaciones?, un destinatario emerge silencioso y desde ahí se visibilice, son los que sufren la equivocación y víctimas también de las mentiras.
Y momento de la pregunta, ¿cuánto tiempo se le puede conceder a alguien que se equivoca, en especial, cuando las consecuencias de su equivocación no las paga él sino terceros?, y si esos terceros ( la gente, gran parte del pueblo etc.) que lo sufren, dispusieran de un poder para sacar al equivocado de turno, creemos que éste no tendría mucho tiempo, la cuestión se reduce a una interesante afirmación, el poder de la gente para sacar a los equivocados y mentirosos pero ¿ y si no lo tienen?
Esta falta de operacionalidad para resolver urgentemente los problemas que las equivocaciones de un gobierno provoca en la gente, implique una curiosa raíz que tiene por eje a la palabra expresando y refiriéndose a los derechos vulnerados, en tal escenario siempre es sospechosa la sociedad en la que sus derechos son representados por ciertas personas y con discursos en base a la palabra derecho, hecho a interpretar de dos formas. La primera y la más leve es que sujetos, organizaciones, instituciones viven entre sus derechos vulnerados, el caso de Milagro Sala es bien notorio, y desde ahí emerja el reclamo ante tal derecho violado pero la segunda cuestión muestre una condición más sustancial, que el derecho no es un límite que ha sido incorporado algo fundamental que impide su propia violación, por el cual en esta ausencia del a priori del derecho emerge la voz del reclamo post factum.
Si no hay nada que impida que un derecho se lo vulnere es porque esos derechos no están incorporado en la conciencia de cada habitante de la República, porque negar la importancia del a priori es negar el aspecto nuclear para que el derecho NO se lo vulnere.
Momento de retornar a los terceros que sufren por las medidas gubernamentales, ellos deberían contar con los medios y herramientas para sacarlos de su funciones pero no en el mediano plazo electoral que otorga un plazo de tiempo a la calamidad que gobierna sino en el momento mismo en que se van determinando y experimentando sus calamidades como pueblo.
Por el cual si yo sufro por tu equivocación dos cosas si o si deben suceder, primero, poner coto a tal hacer y segundo, que el que genera mal, violencia, desigualdad, pobreza, inflación, deuda externa etc., debe pagar por el mal realizado, ahora, si no son posibles tales prerrogativas, ir detrás de la declamación de derechos vulnerados es el escenario del consabido reclamo post factum.
Para finalizar una inquietante interrogación ¿y si la supuesta equivocación no es equivocación?, si quien gobierna ¿lo hace para sus iguales?, entonces, sus pares hubieron de ser mayoría en la República porque ellos fueron quienes lo eligieron gobierno, sin embargo, sabemos que no es así....sin lugar a dudas que estamos ante una equivocación, entonces, ¿vislumbráis vosotros la mentira?
Juan Oviedo
SiGesellnoticias