Una palabra siempre sobrevuela para definir a aquellos que no hacen huelga y sea la de "esquiroles" y reciban el vituperio de sus compañeros que paran.
Por el cual la fuerza de terceros redundando en el beneficio propio de los que no participaron, sea el primado del presente dicho.
Curiosamente ese "recibir algo del cual no se es merecedor" este en consonancia con el de la prestación de servicio del que participa el gobierno del "si no trabajas, no cobras" o una suerte de meritocracia aplicada tanto para huelgas y como a jornadas trabajadas.
Pero la frase es exigua, pobre en recursos como toda frase que busca la artimaña y hecha de mala fe, porque la seguidilla de paros impliquen también el reclamo por incumplir la ley de financiamiento educativo, no convocar a la paritaria docente nacional. .
Dejando de lado lo señalado lo primero que se remarca es la imposición de una "voluntad colectiva por sobre una autonomía individual", una autonomía (el carnero) que no dice estar de acuerdo con el gobierno por no parar sino con no estar de acuerdo con la imposición y que son dos, la del gobierno y la gremial, imposiciones de las prestaciones y los no merecimientos, el método ( el de imponer) sea afín a ambos bandos.
La valorización hacia el "carnero" lo configure como algo no deseado ni querido, alguien amenazante y cercano cuan disidente que pone en tela de juicio con su postura la condición hegemónica de todo régimen, ya sea gubernamental y gremial.
Pero la labor del "carnero" que no hace paro agigante con su acción algo no tan mencionado y presente en la escolaridad, poner de manifiesto la cabal significación de toda educación, la de ser algo político y que no pone en evidencia a muchos analfabetos que piensan que lo político es seguir consignas, repetir frases, agitar slogans. Curiosamente lo político en los presentes paros, es negado por unos y otros (gremialistas y políticos) así, el gobierno deslegitime al paro diciendo que es político, y los gremios, lo niegan como tal en los paros que realizan, por lo cual lo político se yergue en argumento para quitar legitimidad.
No obstante, sabemos que la política está en las aulas y no es la educación quien perfila lo político sino lo político quien la perfila y sea el esquirol, un cabal político y con su disidencia a cuestas ponga distancia de unos y otros cuestionando con su presencia ambos regímenes.
Por supuesto este esquirol o carnero del que hablamos, no es el original rompe huelgas del cual nació su denominación, ni es un lumpen ni desclasado y utilizado como fuerzas de choque en connivencia con los “punteros” que habitan en las escuelas de los clásicos partidos, no y por eso, sufra también, el poder de policía de los que no son policías de hecho, pero policías de espíritu. Como todo docente que deja de ser soldado raso y se convierte en directivo, vele por los intereses de la patronal, el estado, reproduciendo con su hacer la vieja consigna política del divide y triunfarás. Vigilando, sancionando, alcahueteando a sus viejos compañeros a los inspectores también pro patronal... a sus viejos compañeros o camaradas que ya han dejado de serlo.
Juan Oviedo
SiGesellnoticias